La cocina de Zuma se divide en tres áreas diferentes: la cocina principal, el sushi bar y la parrilla robata en la que se emplea el fuego en una parrilla de carbón para cocinar carnes y pescados; todas ellas con una filosofía de cocina moderna y sofisticada. Además, el restaurante ofrece al comensal la oportunidad de ver la acción que se vive tanto en el sushi bar, como en la parrilla robata, gracias a una barra situada en frente de éstas; permitiendo observar cómo los chefs preparan la comida.

Si bien no hay un protocolo establecido para pedir los platos de la carta, podemos ver que las diferentes propuestas van desde platos fríos y ensaladas como la de cangrejo, huevas tobiko y tenkasu; pasando por diferentes tipos de tempura y una selección de nigiris, makis y sashimi. Resulta destacable los platos salientes del sushi bar, delicados cortes de sashimi y nigiris con el punto perfecto en el arroz. Esto puede sorprender a algunos comensales, ya que los sitios de moda no siempre van de la mano de una buena propuesta gastronómica.

Su carta sigue con platos procedentes de la parrilla robata, incluyendo platos estrella como el solomillo de ternera picante con sésamo, guindilla y soja dulce; la lubina patagónica con jengibre y chile verde o el bacalao negro marinado envuelto en hoja de hoba. Y termina con una selección de postres donde sorprende la oblea de nuez pecana con helado de boniato.