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Los mejores restaurantes para comer sushi de España 2025

  • Julián Acebes
  • hace 10 horas
  • 13 Min. de lectura

Nintai (Mejores restaurantes suhi España 2025) - GastroMadrid (4)

© Nintai


Hay momentos en los que una comida deja de ser simplemente una necesidad para convertirse en un ritual, una experiencia estética, casi espiritual. En ningún otro tipo de cocina esto se percibe con tanta claridad como en la japonesa, donde el respeto por la materia prima, la precisión del gesto y el equilibrio entre forma y sabor alcanzan una intensidad única. El sushi, en particular, simboliza esa búsqueda de perfección en lo esencial: arroz, pescado y técnica.


En España, cada vez son más los espacios que entienden la gastronomía nipona no como una moda, sino como una disciplina que requiere formación, sensibilidad y dedicación. Itamaes formados en Japón, barras omakase para pocos comensales, productos seleccionados a diario y técnicas depuradas hasta el extremo son ahora parte del paisaje culinario de ciudades que hace una década apenas soñaban con un sushi verdaderamente auténtico.


En este artículo, seleccionamos los restaurantes que han llevado la experiencia del sushi en España a su máximo nivel. Proyectos que respetan la tradición japonesa, sí, pero que también dialogan con el entorno, incorporan producto local y encuentran una identidad propia sin perder la esencia. Lugares donde sentarse a comer es un acto de contemplación y cada bocado, una lección de equilibrio. ¿Estás listo para descubrir los mejores restaurantes para comer sushi de España 2025?




Japa 2Go

En la tranquila localidad de Empuriabrava, a pocos minutos del bullicio náutico de Empuriabrava, se encuentra uno de los rincones más sorprendentes para los amantes del buen sushi: Japa 2Go. Este restaurante ha conseguido algo poco común en la escena gastronómica actual: fusionar la tradición milenaria japonesa con la frescura y el sabor tropical de Brasil, sin perder la autenticidad de ninguna de las dos culturas.


La propuesta de Japa 2Go destaca por su equilibrio. Aquí se respeta con rigor la técnica japonesa —especialmente en el tratamiento del pescado, que es sacrificado y cortado siguiendo métodos tradicionales antes de ser enviado al restaurante—, pero también se da espacio a la creatividad brasileña, que aporta color, ritmo y matices inesperados a cada bocado. El resultado es una carta variada y sugerente, en la que conviven los clásicos nigiris, rolls y futomakis con elaboraciones calientes y originales que amplían la experiencia del sushi más allá de lo habitual.


Entre sus especialidades, no te pierdas el sushi nigiri y el yakisoba. Todo servido con el mismo mimo con el que nace su cocina: pasión, técnica y un toque tropical.


Uno de los pilares de Japa 2Go es su compromiso con el producto premium. Trabajan exclusivamente con proveedores que garantizan la máxima frescura y calidad, lo que se traduce en platos con sabores limpios y potentes. Además, cada comida se sirve siguiendo un orden preciso, pensado para realzar la intensidad y la progresión de los sabores. Como complemento perfecto, cuentan con una bodega exclusiva de vinos y sakes cuidadosamente seleccionados para maridar con cada propuesta de la carta.

El local transmite cercanía desde el primer momento, con un servicio amable y atento que completa la experiencia. También cuentan con un excelente servicio de comida a domicilio, ideal para quienes desean disfrutar de esta fusión japonesa-brasileña sin moverse de casa.


Si estás en la zona y te preguntas dónde comer un buen sushi, con un toque diferente y una ejecución impecable, Japa 2Go es, sin duda, una parada obligada. Estarás deseando querer volver, créenos.


Instagram: @japa2go_es




Toki

Seis asientos. Una barra. Un menú que fluye como un poema japonés. Así es Toki, el restaurante de alta cocina nipona que ha redefinido la experiencia omakase en Madrid. No es un lugar para comer sushi. Es un espacio para contemplarlo, para vivirlo. Para detener el tiempo.


Inaugurado por Marcos Granda, uno de los grandes nombres de la restauración en España —con cinco estrellas Michelin a sus espaldas—, Toki es su propuesta más íntima y personal en la capital. Abierto tras el éxito de Clos, este proyecto ha conquistado ya su primera estrella Michelin (2024) y se consolida como una referencia ineludible para quienes buscan la excelencia en estado puro.


Al frente de la cocina se encuentra el chef Tino Singharaj, Campeón de Francia de Sushi 2024, que ejecuta con precisión milimétrica un menú degustación que cambia según la estacionalidad del producto y que rinde homenaje tanto a la tradición japonesa como a sus nuevas formas de expresión. En cada servicio, el arroz —base esencial— se prepara con tres tipos distintos de aliño, y el sushi se convierte en hilo conductor de una ceremonia culinaria cuidada al detalle.


La experiencia comienza con una copa de champán en la bodega y continúa en la elegante barra diseñada por Alejandra Pombo, donde cada plato se presenta como un gesto contenido, una pincelada de sabor y técnica. A su lado, la sumiller y directora de sala Hilda Olvera, aporta conocimiento, pasión y una hospitalidad exquisita, completando un tándem perfecto con el chef.


En Toki, todo responde a una premisa clara: crear una experiencia a medida de la persona. No hay espectáculo, pero sí una danza sutil, pausada, donde cada movimiento tiene un sentido y cada bocado una historia.


Toki no es un restaurante más. Es un templo del sushi moderno. Un susurro de Japón en pleno centro de Madrid.




Kuma

Kuma es uno de esos restaurantes que logran lo más difícil: encontrar el equilibrio entre la precisión de la cocina japonesa y el carácter del producto local. En Bilbao, tierra de grandes mesas y paladares exigentes, este espacio liderado por el chef Daniel Lomana y su hermana Alazne, al frente de la sala, se ha convertido en una referencia ineludible para los amantes del sushi y de la alta cocina de fusión.


Recomendado por la Guía Michelin y con un Sol Repsol, Kuma ofrece una experiencia japonesa vista desde otro ángulo: el de la excelencia del producto, la sencillez bien entendida y una ejecución que roza la perfección. Lomana, con raíces en la cocina vasca y una formación que incluye su paso por Kabuki y viajes frecuentes a Japón, ha sabido crear una propuesta tan personal como impecable.


El restaurante gira en torno a una elegante barra de nogal de Oquendo, donde se prepara gran parte de los platos frente al comensal. Desde el corte del pescado hasta el ensamblaje final, todo sucede a la vista, sin artificios. Aquí, la transparencia es filosofía de cocina.


En la carta conviven clásicos como el sashimi de atún rojo, el nigiri de wagyu A5 o el tartar de Ô-toro con yema y trufa, con propuestas más locales como el nigiri de lubina con piparrita o el sashimi de hamachi sobre ceviche Kuma. El menú degustación es altamente recomendable, y si te queda sitio, no te vayas sin probar alguno de sus mochis caseros.


La decoración es sobria, minimalista, con guiños sutiles a Japón como un kimono en la pared, y una iluminación tenue que favorece la concentración en lo importante: el plato. En Kuma, todo está diseñado para que el producto hable.


Kuma no solo sirve sushi. Ofrece una versión honesta, refinada y profundamente respetuosa de la cocina japonesa. En Bilbao, eso es decir mucho.




Nozomi Sushi Bar

En Valencia, hay un rincón donde el tiempo se detiene entre la madera de roble, las luces tenues y un techo cubierto de flores que simula el hanami bajo un cerezo en flor. Ese lugar es Nozomi Sushi Bar, el proyecto más personal de Nuria Morell y José Miguel Herrera, apasionados de la cultura japonesa desde hace más de 15 años y pioneros en su difusión gastronómica en la ciudad.


Tras su primera aventura con Sushi Home en 2007, en 2015 dieron forma a Nozomi, un sueño cumplido —como su propio nombre indica— que se ha consolidado como una de las barras de sushi más respetadas de España. En 2025, ha sido galardonado con un Sol Repsol, reconociendo su propuesta de alta cocina japonesa con sensibilidad mediterránea.


El restaurante, diseñado por el estudio valenciano Masquespacio, traslada al comensal a un patio japonés contemporáneo: carpintería tradicional de Kioto en la fachada, estética zen en sala y un cuidado diseño interior donde arquitectura y cocina dialogan en perfecta armonía.


En cocina, el respeto por la materia prima es absoluto. Nozomi ofrece un menú degustación omakase, guiado por la temporalidad del mercado y servido en una secuencia medida: tres tsumami, tartar, usuzukuri, diez piezas de nigiri, shime (el cierre) y un dulce japonés. La frescura del pescado, el corte preciso y el arroz perfectamente aliñado son el alma de una propuesta donde la honestidad, el silencio y el respeto en mesa forman parte de la experiencia.


Nozomi no busca sorprender con artificios, sino emocionar desde la sencillez refinada, la técnica impecable y una visión profunda de la cultura nipona como forma de vida. El resultado: una cocina japonesa moderna, reconocible, elegante y profundamente auténtica.


En definitiva, Nozomi Sushi bar es un lugar donde se honra al cliente, al producto y a la tradición. Un sueño cumplido que se vive plato a plato.





Umiko

Pocos restaurantes en Madrid han logrado posicionarse como un referente en la fusión japonesa con tanta personalidad como Umiko. Fundado en 2015 por Juan Alcaide y Pablo Álvaro, dos chefs formados en las cocinas de Kabuki, este templo del sushi contemporáneo ha evolucionado hasta convertirse en uno de los espacios más vibrantes de la capital. Su propuesta, arriesgada y refinada, ha sido reconocida con dos Soles Repsol y cuenta con un fiel séquito de seguidores.


Umiko no solo destaca por su cocina, sino por su puesta en escena. Murales del artista Okuda San Miguel, una escultura de bienvenida y un interiorismo que combina el espíritu wabi-sabi con toques urbanos, dan forma a un espacio único. Entre la cocina vista, la barra para doce comensales, mesas altas y un salón privado, el restaurante ofrece distintos ambientes para vivir su propuesta desde múltiples perspectivas.


La carta se articula en torno al sushi, pero aquí nada es lo que parece. Clásicos como el nigiri de paella, el curry de atún, el sam de solomillo ibérico o el icónico nigiri de toro con grasa de wagyu conviven con platos de inspiración global —Perú, México, China, Tailandia— y referencias castizas que reinterpretan el recetario español. Todo con una técnica impecable y un respeto absoluto por el producto, desde el arroz koshihikari aliñado con vinagres caseros hasta la cuidada selección de sakes y champagnes.


Los postres no se quedan atrás: los mochis son reinterpretaciones creativas y nostálgicas de los clásicos pastelitos japoneses, llevados al terreno de la alta cocina con humor y precisión.


Umiko es, en esencia, una experiencia completa: divertida, sorprendente, desafiante. Una oda a la fusión bien entendida, donde lo japonés se mezcla con lo castizo para crear algo único y profundamente madrileño.




Kappou Makoto

Murcia no suele ser el primer nombre que viene a la mente cuando se habla de grandes restaurantes de sushi en España. Pero eso cambia en cuanto uno entra en Kappou Makoto, el restaurante de Makoto Himeno, nacido en Kumamoto (Japón) y formado durante tres décadas entre Tokio y Barcelona, donde trabajó en Koy Shunka antes de abrir su propio local en 2019.


Desde entonces, este pequeño templo japonés se ha consolidado como uno de los imprescindibles del país, galardonado con un Sol Repsol y considerado por muchos como el mejor japonés de la provincia. Su nombre, Kappou, significa literalmente “cortar y cocinar”, y resume la esencia de lo que aquí se vive: un servicio directo, preciso, íntimo. Tan íntimo que solo 14 comensales pueden disfrutar de cada pase en forma de “L” alrededor del chef.


La propuesta es clara: cocina omakase de estilo tradicional nipón, con una ejecución impecable, cortes milimétricos y una filosofía que se nutre tanto del legado japonés como del producto murciano de temporada. Himeno fusiona la tradición de su país con ingredientes locales, sin forzar el mestizaje. Nigiris, sashimis y platos calientes se suceden en un menú que cambia a lo largo del año, pero que mantiene una constante: la excelencia.


Cada servicio comienza con el enérgico grito de “¡Hai!” por parte del chef, una afirmación y un ritual de concentración que marca el inicio del desfile de sabores. La cocina abierta permite ver cada gesto de Makoto, quien, entre cortes y brasas, desgrana su historia personal y culinaria. Desde los recuerdos junto a su abuela en los templos budistas hasta su salto a España, todo queda reflejado en su manera de cocinar.


En Kappou Makoto, el silencio y la precisión son parte de la experiencia. Como cada pieza de sushi: contenida, depurada, inolvidable.

Instagram: @kappoumakoto




Nintai

En Marbella, donde el lujo se escribe en todos los idiomas, Nintai habla japonés con la voz baja y precisa de un templo. El restaurante, abierto por el sumiller Marcos Granda —alma también detrás de Toki, Clos y Ayalga—, ha logrado consolidarse como uno de los grandes referentes de la cocina nipona en España. Una barra de madera, ocho asientos y una promesa: entregarse a la experiencia omakase, confiando plenamente en el chef.


Con una Estrella Michelin, Nintai rinde homenaje a la cocina japonesa más pura y exigente. Aquí no hay carta. Solo dos menús, uno para el almuerzo y otro exclusivo para la noche, elaborados a partir del producto más fresco del día. La cocina abierta, con el itamae ejecutando cada corte frente al comensal, es parte esencial de la experiencia. Se respira silencio, concentración y una reverencia absoluta por la materia prima.


Sushi impecable, piezas que provocan ese codiciado umami, y una precisión milimétrica en cada elaboración. Pero Nintai va más allá del sushi: platos como el chawanmushi de almejas gallegas, los noodles de calamar ahumado con soja de shiso o el bacalao negro en miso dulce completan un menú que emociona sin estridencias. Cada detalle —hasta la vajilla, seleccionada de forma artesanal— forma parte de una coreografía contenida y perfecta.


El maridaje, opcional pero muy recomendable, es otro de los puntos fuertes de la casa. Más de 500 referencias en bodega, entre ellas 90 tipos de sake y más de un centenar de champanes, convierten la experiencia en un viaje sensorial completo, con una selección personalizada para cada cliente.


Nintai significa paciencia, constancia. Y eso es justo lo que transmite este espacio: un respeto absoluto por la tradición, por el tiempo y por el comensal. En Marbella, hay ocho asientos donde Japón cobra vida. Con puntualidad, con silencio y con una belleza que emociona desde el primer bocado.

 




Koy Shunka

Oculto tras una discreta puerta en el centro histórico de Barcelona, Koy Shunka es un secreto a voces. Para muchos, el mejor restaurante japonés de España. Para otros, una de las mejores barras de sushi de Europa. Lo que es seguro es que bajo la dirección del chef Hideki Matsuhisa, este templo de la cocina japo-mediterránea ha conseguido emocionar desde el primer bocado, hasta el punto de ganarse una Estrella Michelin y el reconocimiento entusiasta de figuras como Ferran Adrià.


El restaurante, de acceso casi ceremonial, sorprende con un interiorismo sobrio y cálido donde todo gira alrededor de una espectacular cocina de leña, cámaras de maduración y una imponente barra en forma de U desde la que se sigue cada movimiento del chef y su equipo. Matsuhisa, junto al jefe de cocina Roberto Vicente y el director de sala Wei Xiao Zhu, ofrece tres menús degustación que no necesitan carta: 19, 24 o 27 pases donde se combinan tradición japonesa y producto mediterráneo de temporada con una precisión que roza lo espiritual.


Nigiris de técnica impecable —modelados en segundos y servidos a mano— comparten protagonismo con creaciones como el bonito del Norte en escabeche con berros, seguido por su versión en nigiri con ponzu; el calamar a la parrilla con judía del ganxet y salsa de shiso verde, o la ostra con picadillo de cebolla y napa sobre jugo de wagyu. La filosofía es clara: evolución sin perder identidad, respeto al producto y recuperación de métodos ancestrales.


El ambiente en sala es recogido, contemplativo. Cada pase es una escena, cada pieza un gesto. Y esa cocina sin gas ni inducción, basada en carbón y fuego vivo, es hoy una declaración de intenciones en una ciudad que sabe de vanguardia.


Koy Shunka no se encuentra por casualidad. Se busca, se reserva, se recuerda.




Kiro Sushi

Hay lugares que no se encuentran por casualidad, sino porque alguien te los recomienda con devoción. Así es Kiro Sushi, el restaurante que Félix Jiménez abrió en Logroño en 2015 con una idea clara: rendir homenaje a la pureza del sushi tradicional japonés desde una pequeña barra con apenas seis asientos. Un espacio reducido, casi ceremonial, donde cada gesto importa y el tiempo se mide al ritmo de los movimientos del cuchillo y el abanico.


Formado en Japón junto al maestro Yoshikawa Takamasa, Jiménez encontró en la técnica Edomae y en la filosofía shokunin la esencia de su oficio. Hoy, esa dedicación se traduce en una experiencia omakase absolutamente fiel a los valores de la cocina nipona. Aquí no hay carta: hay un menú cerrado que varía según el producto del día, donde el nigiri es el gran protagonista, acompañado por otros bocados templados como pescados a la brasa o ahumados.


La materia prima es tratada con reverencia. El arroz koshihikari, traído directamente desde Japón, se elabora con precisión, se abanica hasta alcanzar la temperatura exacta y se moldea justo antes de ser servido. Cada pieza se convierte en un delicado equilibrio de sabor y textura que se deshace en la boca.


Kiro —que significa "camino de regreso"— es también un regreso al origen para el propio chef, que combina su formación en Japón con una sensibilidad contemporánea, sin perder el respeto absoluto por la tradición. El espacio, sobrio y acogedor, refuerza esta atmósfera de introspección: silencio, luz tenue, madera clara y una puerta de más de tres siglos que anticipa lo que vendrá.


Con una Estrella Michelin y dos Soles Repsol, Kiro Sushi es hoy uno de los grandes templos del sushi en España. Un restaurante que no busca innovar por innovar, sino emocionar a través de la perfección de lo esencial.




Omasake Sushi Bar

Finalizamos en pleno centro de A Coruña, con vistas a la emblemática plaza de María Pita, donde se encuentra Omakase Sushi Bar, uno de esos restaurantes que no se anuncian con estridencias, pero que se convierten rápidamente en imprescindibles. Aquí, en una barra íntima para solo ocho comensales, el chef vigués Adrián Figueroa ofrece una de las experiencias omakase más auténticas de España. En 2025, su trabajo ha sido reconocido con un Sol Repsol.


Figueroa, apasionado del producto local y del sushi en su versión más pura, construye cada servicio a partir de un único menú degustación, que varía en función de los pescados que llegan a diario desde las lonjas gallegas. El protagonista absoluto es el sushi edomae, fiel a la tradición japonesa de las maduraciones, técnicas que el chef domina con precisión gracias a su cámara especializada y a un conocimiento profundo del corte, especialmente en el tratamiento del atún.


La propuesta es directa y sin artificios. Cocina sin trampa ni cartón, a la vista, con el fuego de las brasas y el aroma del pescado madurado como telón de fondo. Cada pieza se elabora en el momento y se sirve en silencio, con la complicidad de quien cocina para alguien que observa de cerca. El resultado: nigiris afinados, sashimis elegantes y sugerencias del día como anguila, cigala o piezas templadas que elevan el menú a la categoría de ritual gastronómico.


El restaurante, sobrio y cuidado, está pensado para que el comensal se concentre en lo esencial. Aquí no hay carta: hay confianza. "Omakase" significa literalmente "ponerse en manos del chef", y Figueroa se toma esa responsabilidad muy en serio.


Completa la experiencia una bodega que supera las 200 referencias, con sakes y vinos perfectamente seleccionados para acompañar cada paso del menú.


Omakase Sushi Bar es un rincón de Japón en Galicia. Pequeño, silencioso y magistral.

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