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Hotel Santa Marta: un oasis entre el bosque y el mar en la Costa Brava

  • Julián Acebes
  • hace 3 días
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: hace 13 horas


Hotel Santa Marta 2025 (Viajar) - GastroMadrid (1)

A apenas dos kilómetros de los Jardines de Santa Clotilde y a escasos minutos del Museu del Mar, se encuentra uno de los alojamientos más excepcionales del litoral catalán: el Hotel Santa Marta. Ubicado en plena naturaleza, inmerso en un bosque mediterráneo de siete hectáreas y con acceso directo a la emblemática playa de Santa Cristina, este hotel de cinco estrellas representa el equilibrio perfecto entre lujo, naturaleza y bienestar.


Desde que se llega al recinto, se percibe una atmósfera de exclusividad serena. La frondosa vegetación actúa como una muralla natural que aísla del mundo exterior, y poco a poco se revela la silueta de un hotel que no sólo respeta el entorno, sino que lo convierte en protagonista. Pinos, encinas y alcornoques abrazan un complejo donde todo está pensado para el descanso del cuerpo y el estímulo de los sentidos.



Las habitaciones del Hotel Santa Marta están diseñadas para adaptarse a los deseos de cada huésped. Las estancias con vistas al mar —desde la Doble Vista Mar hasta la exclusiva Grand Suite— ofrecen terrazas privadas desde las que disfrutar de una panorámica de la Costa Brava difícil de igualar. El sonido de las olas y la brisa marina actúan como banda sonora de una estancia que se recuerda durante años.


Las habitaciones Nature, por su parte, permiten un reencuentro con la calma del bosque. Las habitaciones situadas en el Edificio Bosque son especialmente apreciadas por quienes buscan desconexión, y resultan ideales para familias que desean estar cerca de todas las instalaciones sin renunciar a la intimidad que ofrece un entorno natural privilegiado.


Cada habitación está equipada con terraza o balcón, aire acondicionado, televisión con HDMI, minibar, baño completo y wifi gratuito. Pero lo que marca la diferencia no son solo las comodidades tangibles, sino la atención al detalle, la calidez del personal y una vocación hospitalaria difícil de encontrar incluso en los mejores hoteles del país.



Si algo distingue al Hotel Santa Marta es su propuesta culinaria. Aquí, la gastronomía no es un añadido: es una experiencia central. El Restaurante 58, buque insignia del hotel, reinterpreta la cocina tradicional catalana y marinera con una visión contemporánea y ligera. Su carta, basada en productos de temporada y proximidad, permite disfrutar de platos clásicos —como un suquet, un arroz de marisco o pescados de lonja— con la elegancia que exige el paladar moderno. Todo, enmarcado por unas vistas espectaculares al Mediterráneo.


Pero si hay un lugar donde el mar se saborea de forma aún más directa, ese es el Restaurante SantaMar. A escasos metros de la playa, entre el bosque y la arena, este restaurante eleva la cocina de producto a su máxima expresión. Langosta, cigalas, san pedro, rodaballo, carabineros o mero se cocinan a la parrilla en una barbacoa abierta que llena el aire de aromas inconfundibles. Acompañados de una carta de vinos bien seleccionada y una oferta infantil pensada para compartir en familia, SantaMar es, sin duda, uno de los secretos mejor guardados de la Costa Brava.


Completan la oferta el Bar Santa Marta, ideal para un café, una copa o un snack entre actividades, y el Bar SantaMar, en el Beach Club, donde disfrutar de un cóctel o un vermut frente al mar se convierte en rutina durante la estancia.



Otro de los pilares fundamentales del Hotel Santa Marta es su completo spa, un santuario de bienestar en el que cuerpo y mente encuentran su equilibrio. Con circuito de aguas, sauna, baño turco, duchas de cromoterapia y tratamientos personalizados —incluyendo shiatsu y ayurveda—, este espacio está diseñado para ofrecer una experiencia sensorial completa. También hay gimnasio, boutique de cosmética natural y, por supuesto, clases de yoga frente al mar.


Además, el hotel propone escapadas temáticas —románticas, detox, gourmet o de golf—, adaptadas al ritmo y los gustos de cada huésped. Para los amantes del golf, se organizan experiencias con acceso a los mejores campos de la región, mientras que quienes buscan relajarse encontrarán en el spa y la playa su refugio ideal.


El Hotel Santa Marta es también un referente para eventos, bodas y reuniones de empresa. Cuenta con cinco salas de reuniones totalmente equipadas, rodeadas de un entorno natural que facilita tanto la concentración como la inspiración. Las celebraciones adquieren aquí un significado especial: una puesta de sol sobre el Mediterráneo, el murmullo del bosque y un equipo de profesionales dedicados a cuidar cada detalle.


La experiencia de alojarse en el Hotel Santa Marta va más allá del lujo. Es un viaje sensorial, un paréntesis en la rutina, una reconexión con la naturaleza sin renunciar a las comodidades más exclusivas. Es mar, es bosque, es silencio, es gastronomía, es bienestar. Es, en definitiva, una forma de entender el descanso que convierte a este rincón de la Costa Brava en algo más que un hotel: en un hogar lejos de casa.


¿Buscas una escapada con alma y personalidad propia? Santa Marta no es sólo una recomendación, es una vivencia que te acompañará mucho después de hacer el check-out.


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