Bodegas y Viñedos Eguíluz: el alma de La Rioja más auténtica
- Irene S.
- 21 may
- 4 Min. de lectura

Enclavada entre los majestuosos viñedos de la Sonsierra riojana, al pie de la Sierra de Cantabria y en el emblemático pueblo de Ábalos, Bodegas y Viñedos Eguíluz es una pequeña joya enológica que lleva más de cuatro décadas reivindicando el valor de lo auténtico. Situada en Ábalos, localidad emblemática en la margen izquierda del Ebro, esta bodega familiar fundada en 1982 por Javier Eguíluz se ha consolidado como una de las grandes defensoras del Rioja más genuino y artesanal.
Hoy, el relevo generacional está en manos de Israel Eguíluz, hijo de Javier e ingeniero industrial de formación, quien tras terminar sus estudios decidió regresar a sus raíces y completar su aprendizaje con una sólida formación en Enología. Juntos, padre e hijo, forman un tándem que conjuga experiencia y renovación, tradición y técnica, manteniendo intacta una filosofía que gira en torno a la mínima intervención, el respeto absoluto por la tierra y la expresión más fiel del viñedo.
La historia de Bodegas Eguíluz es la historia de una familia ligada a la tierra y a la vid. Desde sus inicios, Javier tuvo claro que quería elaborar vinos con alma, alejados de modas pasajeras y que reflejaran con honestidad la tipicidad de una zona histórica y vocacionalmente vinícola como lo es Ábalos. Su pasión se materializó en una pequeña bodega donde, aún hoy, se pisa la uva de manera manual en antiguos lagos de hormigón. Esta técnica ancestral, lejos de ser una rareza, aporta profundidad, textura y personalidad a los vinos.
La bodega cuenta con viñedos propios en distintos parajes del término municipal de Ábalos y en zonas limítrofes como San Vicente, Samaniego o Labastida. Plantaciones que superan los 600 metros de altitud, asentadas en suelos arcillocalcáreos pobres y bajo un clima de clara influencia atlántica. Esta diversidad de enclaves y microclimas les permite crear vinos con un carácter único, capaces de capturar la esencia del territorio.
La filosofía de mínima intervención guía cada decisión enológica en Bodegas Eguíluz. Desde una poda cuidadosa en invierno hasta una vendimia manual y temprana, todo el proceso está pensado para que la uva llegue en perfecto estado y conserve su frescor. En bodega, el uso de uva entera, el pisado ancestral y la fermentación en hormigón permiten preservar al máximo la expresión varietal.
La crianza se realiza en barricas seleccionadas de roble francés y americano, en una nave especialmente acondicionada para ofrecer las mejores condiciones de envejecimiento. Sin embargo, como recalca Israel, "la madera más importante es la de las cepas", dejando claro que el protagonismo recae siempre en la fruta.
La propuesta vinícola de Eguíluz es coherente y emocionante. El Eguíluz Joven, elaborado con Tempranillo, Viura y Garnacha, es una explosión de fruta fresca, con una boca amable y honesta. El Crianza, 100% Tempranillo, combina fruta madura con un uso medido del roble que aporta estructura sin restar expresividad.
El Reserva es, en cambio, un vino de pausa, elaborado con las uvas más viejas de la finca y criado durante 18 meses en barrica. Elegante, complejo, con taninos pulidos y una frescura sorprendente, es una interpretación sobria y moderna de un clásico riojano.
A esta colección se suman los vinos de “Selección de Parcelas”, elaboraciones muy limitadas que reflejan el carácter único de ciertos viñedos: Las Preferidas Tinto y Blanco, El Refugio del Robleñal o Carrapeciña, este último, posiblemente el más profundo y complejo de todos, procedente de tres parcelas únicas situadas en el límite con la sierra. Vinos que no solo hablan de su lugar, sino también de quienes los cultivan.
El trabajo de Bodegas Eguíluz no solo se valora en origen. En Madrid, esta bodega ha encontrado un aliado perfecto en ESDIVINO, una distribuidora especializada en pequeños productores españoles que apuesta por la autenticidad y el trato directo.
ESDIVINO es un proyecto nacido del entusiasmo de Damián García, sumiller con años de experiencia, y Raquel Anento, apasionada del vino y rostro visible de su vinoteca en Aluche. Juntos han creado un espacio para compartir, aprender y disfrutar del vino sin prejuicios. Su filosofía conecta profundamente con la de Eguíluz: vinos honestos, bien elaborados, sin adornos innecesarios.
Bodegas Eguíluz forma parte del catálogo exclusivo de ESDIVINO, siendo uno de sus referentes más representativos. Desde catas temáticas hasta encuentros con el productor, esta colaboración permite que los vinos de Ábalos lleguen al consumidor madrileño con la cercanía y el respeto que merecen. Una forma de acercar el terruño riojano al corazón de Madrid, sin filtros.
Bodegas Eguíluz es la prueba de que no hacen falta grandes producciones ni campañas para dejar huella. Basta con una filosofía clara, un profundo respeto por la tierra y la voluntad de hacer las cosas bien, cada año, cada día. Sus vinos son un viaje sensorial por la Sonsierra, pero también un tributo a la familia, al esfuerzo y a la tradición bien entendida.
Y gracias a iniciativas como la de ESDIVINO, ese viaje está más cerca que nunca de quienes, copa en mano, buscan algo más que vino: buscan verdad.
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