top of page

Los mejores vinos de Galicia, blancos & tintos

Julián Acebes

Eidosela Adegas Atlánticas (Mejores vinos Galicia 2025) - GastroMadrid (1)

© Eidosela Adegas Atlánticas


Galicia es una tierra de tradiciones ancestrales, paisajes de ensueño y una cultura vitivinícola única en la península ibérica. Sus vinos, tanto blancos como tintos, reflejan la riqueza de su entorno, con variedades autóctonas que han sabido adaptarse a los suelos y microclimas de la región. Desde las Rías Baixas hasta la Ribeira Sacra, cada copa es una invitación a descubrir el alma de una de las zonas vinícolas más especiales de España.


Las características climáticas de Galicia, con su marcada influencia atlántica y suelos de origen granítico y pizarroso, han permitido la elaboración de vinos frescos, elegantes y con una identidad inconfundible. Los blancos destacan por su vibrante acidez y complejidad aromática, mientras que los tintos sorprenden con su estructura delicada y matices minerales. Estas cualidades han posicionado a los vinos gallegos en lo más alto de la escena vinícola nacional e internacional.


Tanto los amantes del vino como los curiosos que buscan nuevas experiencias encontrarán en Galicia una región en constante evolución, donde la tradición y la innovación caminan de la mano. Los viticultores gallegos, con su compromiso por el respeto al terroir y las variedades locales, han logrado elaborar vinos que capturan la esencia de su paisaje. Un viaje a Galicia es también un viaje a través de sus vinos, auténticas joyas que conquistan paladares en cualquier rincón del mundo. ¿Estás listo para descubrir los mejores vinos de Galicia, blancos y tintos?


 


Burbujas del Atlántico Brut Nature y Brut, de Eidosela Adegas Atlánticas

Situada en el privilegiado entorno del Condado de Tea, una de las áreas más representativas de la Denominación de Origen Rías Baixas, Eidosela Adegas Atlánticas, una bodega que ha marcado un hito en la viticultura gallega. Con más de dos décadas de trayectoria, esta cooperativa de más de 65 viticultores ha sido pionera en la elaboración de espumosos de Albariño, llevando la tradición del vino atlántico a nuevas cotas de calidad e innovación.


Su compromiso con la sostenibilidad y la excelencia se refleja en cada botella, donde se funden el respeto por la tradición vitivinícola y una constante búsqueda de perfección. Con viñedos que se extienden a lo largo de la ribera del río Miño, cada cosecha de Eidosela captura la esencia del Atlántico y la riqueza del terroir gallego.


Entre nuestros favoritos se encuentran los espumosos Burbujas del Atlántico Brut Nature y Burbujas del Atlántico Brut, dos vinos que encarnan la frescura y la identidad de la D.O. Rías Baixas, elaborados mediante el tradicional método Champenoise.


Elaborado al 100% con uva Albariño, Burbujas del Atlántico Brut Nature destaca por su brillante color amarillo con reflejos oliva y una burbuja fina y persistente. En nariz, despliega una sinfonía de aromas florales y frutales, con notas de flor de acacia, hierba fresca y un sutil toque de brioche y miel. En boca es vibrante y elegante, con una acidez refrescante y un final delicadamente mineral, donde los matices de frutos secos y pomelo aportan complejidad y distinción. Es ideal para acompañar mariscos, pescados y cocina asiática.


Burbujas del Atlántico Brut también elaborado íntegramente con uvas Albariño, presenta un color amarillo pálido con reflejos dorados y se distingue por su burbuja fina y persistente. este espumoso presenta un color amarillo pálido con reflejos dorados. En nariz ofrece una expresión fresca y afrutada, con notas de manzana, cítricos y un sutil toque de frutos secos. En boca es fresco y goloso, equilibrando acidez y estructura con un postgusto elegante. Perfecto para acompañar aperitivos y también para maridar con mariscos y platos asiáticos.


Sin duda, Eidosela Adegas Atlánticas sigue innovando y consolidando su posición como referente en los vinos espumosos de Albariño. Con su apuesta por la calidad y la tradición, continúa sorprendiendo a los amantes del vino con propuestas que reflejan el alma atlántica de Galicia.


 


Etiqueta Ámbar y Etiqueta Verde, de Bodegas Granbazán

Enclavada en el corazón del Valle del Salnés, en plenas Rías Baixas, Bodegas Granbazán es un referente en la elaboración de vinos Albariño. Su icónico edificio, de inspiración francesa y revestido con azulejos azules, es testimonio del legado y la pasión por la viticultura. Con más de 35 años de historia, la bodega ha sido pionera en la revolución agroindustrial gallega y hoy es un estandarte de sostenibilidad con la certificación FAIR'N GREEN.


La filosofía de Bodegas Granbazán se basa en la búsqueda constante de la excelencia, combinando el respeto por la tradición con un enfoque innovador en la viticultura y la enología. Su compromiso con la sostenibilidad y la biodiversidad se refleja en cada botella, poniendo en valor el viñedo como un ecosistema vivo y la uva albariño como expresión pura de su terroir. Su método de trabajo, basado en la trazabilidad y el respeto por los tiempos naturales de la vid, permite obtener vinos que capturan la esencia del Valle del Salnés con una personalidad única y elegante.


En este enclave privilegiado nacen dos de sus más ilustres vinos: Granbazán Etiqueta Ámbar y Granbazán Etiqueta Verde, ambos bajo la Denominación de Origen Rías Baixas y elaborados exclusivamente con uva albariño.


Etiqueta Ámbar es el resultado de años de trabajo y selección minuciosa de uvas en la finca Tremoedo. Su vinificación incluye una maceración en frío de 8 a 10 horas y fermentación controlada en acero inoxidable, seguida de un prolongado trabajo sobre lías finas con bâtonnage durante ocho meses. El resultado es un albariño de color amarillo intenso y brillante, con una nariz expresiva que recuerda a papaya, mandarina y notas florales de jazmín. En boca, su entrada es potente, con una acidez vibrante y un final largo y salino, característico de los grandes albariños de guarda.


De carácter fresco y vibrante, Etiqueta Verde representa el esfuerzo y dedicación de las más de 80 familias viticultoras con las que trabaja Bodegas Granbazán en Cambados, Vilanova y Meaño. Su vinificación comienza con una maceración en frío de 6 a 8 horas, seguida de una fermentación controlada en depósitos de acero inoxidable y un reposo sobre lías finas sin bâtonnage, antes de ser embotellado tras 4 o 5 meses. Su color es amarillo pálido, limpio y brillante. En nariz, destacan aromas de manzana Granny Smith, peladillo blanco y lima, con notas de hierbabuena, té verde y piedra húmeda. En boca, presenta una entrada vivaz y eléctrica, con un paso ligero y agradable. Su final es de persistencia media y dominado por la salinidad, ideal para quienes buscan un albariño fresco y expresivo.


Bodegas Granbazán sigue marcando el camino en la elaboración de albariños de alta calidad, con una combinación perfecta de tradición, innovación y compromiso con la sostenibilidad. Además, Bodegas Granbazán ha sido reconocida por la plataforma The World’s Best Vineyards, situándose en el puesto 78 de su prestigiosa lista de los 100 mejores viñedos del mundo para visitar. Este reconocimiento destaca su compromiso con la excelencia y la autenticidad, consolidándose como un referente enoturístico en las Rías Baixas.


 


Altos de Torona Caíño, de Altos de Torona

Situada en Tomiño-O Rosal, bajo el microclima privilegiado de las Rías Baixas, Altos de Torona es una bodega que destaca por su compromiso con la viticultura sostenible y la biodiversidad. Con el mayor viñedo de una sola pieza de Galicia, con 94 hectáreas, esta bodega ha conseguido crear un ecosistema donde conviven más de 91 especies de flora y 71 de fauna, reflejando la perfecta armonía entre el entorno natural y la excelencia vinícola.


Entre sus vinos más singulares, Altos de Torona Caíño se erige como un homenaje a la riqueza varietal de Galicia. Elaborado al 100% con Caíño Blanco, una variedad autóctona poco frecuente, este vino destaca por su intensidad aromática y personalidad única. Es el primer Caíño Blanco 100% elaborado en el mercado, lo que refuerza el compromiso de la bodega con la autenticidad y la diferenciación.


Las uvas con las que se elabora este vino provienen de viñedos situados en laderas a media altura entre el río Miño y el océano Atlántico, donde los suelos graníticos y arenosos permiten obtener vinos frescos, minerales y equilibrados. La vendimia se realiza manualmente en cajas de 20 kg, asegurando la selección de los mejores racimos. Posteriormente, se somete a una maceración en frío y a una crianza sobre lías durante seis meses, aportando mayor untuosidad y complejidad.


En cata, Altos de Torona Caíño presenta un color amarillo pajizo con reflejos verdosos. En nariz, despliega una intensa expresión aromática, con notas de frutas cítricas como la lima, plátano maduro, flores blancas y sutiles matices tostados. En boca, es goloso, con una acidez vibrante, un toque salino y un final prolongado y elegante.


Este vino es un excelente acompañante para la empanada de zamburiñas, mejillones al vapor, ensaladas con queso de cabra, sashimi y pescados blancos como la merluza. Su versatilidad lo convierte en un vino perfecto para realzar la frescura y los sabores de la cocina atlántica.


Sin duda, Altos de Torona Caíño es una apuesta segura para los amantes del vino que buscan autenticidad, frescura y un marcado carácter atlántico.


 


Torre la Moreira, de Bodegas Marqués de Vizhoja

Dentro de los vinos blancos más emblemáticos de Galicia, Torre la Moreira D.O. Rías Baixas destaca por su autenticidad y pureza. Elaborado con uva 100% albariño, este vino es el reflejo del compromiso de Bodegas Marqués de Vizhoja con la tradición y la calidad.


La historia de Bodegas Marqués de Vizhoja se remonta a 1968, cuando D. Mariano Peláez fundó la bodega con la visión de producir vinos blancos de calidad en Galicia. Hoy, sus hijos Jorge y Javier Peláez continúan su legado, equilibrando la tradición con la innovación enológica.


Ubicada en la Finca La Moreira, en el Condado do Tea, la bodega cuenta con un terroir privilegiado: suelos bien drenados, un clima atlántico moderado y la proximidad del río Miño, que garantizan condiciones óptimas para el cultivo de la uva albariña. La inclinación de sus laderas protege los viñedos de heladas y permite obtener cosechas de gran calidad.


Elaborado exclusivamente con uvas propias, Torre la Moreira es un vino fresco y elegante, con un perfil aromático muy característico. Su color amarillo pajizo con reflejos verdosos da paso a una nariz intensa y compleja, donde predominan los aromas frutales de manzana y pera, junto con matices herbáceos.


En boca, es goloso y afrutado, con una acidez bien equilibrada que le aporta frescura y un final persistente. Su versatilidad lo convierte en un acompañante ideal para mariscos, pescados, carnes blancas y pastas finas. Se recomienda servirlo entre 8 y 10 grados para apreciar todo su potencial.


Torre la Moreira ha sido pionero en el etiquetado en braille dentro de la D.O. Rías Baixas, demostrando el compromiso social de la bodega. Además, ha recibido numerosos premios, como la Medalla de Oro en el International Wine Challenge 2022 y 91 puntos en James Suckling (cosecha 2022), consolidándose como uno de los mejores albariños de Galicia.


 


Alpendre, de Ronsel do Sil

En la Ribeira Sacra, en la subzona de Ribeiras do Sil, se encuentra Ronsel do Sil, una pequeña bodega que ha sabido capturar la esencia de su territorio. Ubicada en Parada de Sil (Ourense), esta bodega ha dejado su huella en el mundo del vino con una propuesta basada en la sostenibilidad, el respeto por el paisaje y la valorización de las variedades autóctonas gallegas.


Desde su fundación en 2010, Ronsel do Sil ha trabajado con esmero para recuperar y potenciar la identidad de los vinos de la Ribeira Sacra. La bodega, rehabilitada a partir de un antiguo lagar, es el reflejo de su filosofía: combinación de tradición y modernidad. En sus dos hectáreas de viñedo, cultiva uvas tintas como Mencía y Merenzao, junto con blancas como Godello, Treixadura y Dona Branca. La vendimia se realiza a mano en los empinados bancales que desafían la ladera del río Sil, asegurando una selección minuciosa de cada racimo.


Entre sus vinos más singulares destaca Alpendre, una expresión pura de la variedad Merenzao, una uva minoritaria que en otros lugares se conoce como Trousseau. Su nombre, que significa "pórtico" o "cobertizo", evoca las humildes construcciones de piedra y madera típicas de la arquitectura rural gallega.


Alpendre se presenta con un suave color rubí característico de esta variedad. En nariz, despliega aromas a fruta roja especiada, endrinos y rosas, con un fondo granítico que refleja el terruño de la Ribeira Sacra. En boca, es delicado y elegante, con notas de violetas y pimienta rosa molida, ofreciendo una experiencia fresca y de largo recorrido.


Este vino representa la pasión de Ronsel do Sil por la recuperación de variedades autóctonas y su compromiso con la elaboración artesanal. Alpendre es una joya enológica que captura la esencia de su origen y la tradición vinícola de Galicia, demostrando que la Ribeira Sacra es un tesoro aún por descubrir.


 


Sorte O Soro, de Rafael Palacios

Enclavado en la escarpada geografía del Valle del Bibei, en la subzona de O Bolo de la D.O. Valdeorras, el proyecto de Rafael Palacios ha sido un referente en la recuperación de la variedad blanca autóctona Godello. Desde 2004, el enólogo ha apostado por los antiguos viñedos heredados por los viticultores locales, conocidos en Galicia como "sortes", revitalizando una zona vinícola que casi había caído en el olvido.


Los viñedos de Rafael Palacios, compuestos por 32 parcelas y 24,5 hectáreas, se cultivan en suelos arenosos de origen granítico, situados a altitudes de entre 620 y 740 metros. Con un clima continental influenciado por el Atlántico, estas viñas se trabajan siguiendo prácticas tradicionales y ecológicas, aplicando principios biodinámicos en las parcelas más viejas. La tracción animal y la poda según el calendario lunar son parte del meticuloso enfoque del enólogo para obtener vinos de identidad pura y máxima expresión del terruño.


Entre sus elaboraciones, destaca Sorte O Soro, una auténtica joya vinícola de parcela única. Plantada en 1978 en bancales a 710 metros de altitud, esta viña de orientación suroeste disfruta de una brisa permanente que aporta a sus uvas un equilibrio perfecto entre madurez y frescura. El suelo de granito y cuarzo dota a este vino de una mineralidad única, con un carácter salino y sápido que lo hace inconfundible.


Fermentado en barricas de 500 litros y criado durante 8 meses, Sorte O Soro es un vino que se distingue por su elegancia y complejidad. En nariz, despliega aromas sutiles de piel de mandarina y flores de magnolia, combinados con una intensa mineralidad. En boca, su acidez vibrante y su equilibrio perfecto lo convierten en un vino de gran finura y potencia, descrito como “puño de hierro en guante de terciopelo”.


Considerado por muchos como el mejor blanco español de la era moderna, Sorte O Soro es una muestra del compromiso de Rafael Palacios con la excelencia, marcando un antes y un después en la viticultura de Valdeorras.


 



O Gran Meín Tinto 2020, de Viña Meín

En el emblemático valle del Avia, donde la viticultura gallega ha echado raíces durante siglos, se encuentra Viña Meín, una bodega que representa la identidad, el origen y la historia del Ribeiro. Su entorno, marcado por la diversidad de suelos y microclimas, ha sido testigo del cultivo de la vid desde la Edad Media. En este contexto nace O Gran Meín Tinto 2020, un vino que refleja la herencia y el saber hacer de generaciones de viticultores.


Viña Meín es historia viva del Ribeiro. Desde los tiempos del monasterio de San Clodio, epicentro del desarrollo vinícola de la comarca, esta zona ha sido referente en la elaboración de vinos singulares. La bodega, fundada en 1988, trabaja con un profundo respeto por la tradición y la autenticidad, combinando el minifundismo ancestral con una viticultura sostenible que resalta el valor del paisaje y el terroir.


Elaborado a partir de Brancellao y Caíño Longo, variedades tintas autóctonas del Ribeiro, este vino nace de viñedos situados en las parcelas de Osebe y Ribeira, en el norte de Leiro. Estas viñas, orientadas a naciente, permiten que la maduración de la uva alcance un equilibrio óptimo entre frescura y profundidad, otorgando al vino una gran capacidad de envejecimiento.


Su vinificación respeta la singularidad de cada parcela. Las uvas se vendimian manualmente en cajas de 12 kg y fermentan por separado en pequeños depósitos de acero inoxidable, lo que permite extraer lo mejor de cada racimo. Posteriormente, O Gran Meín Tinto 2020 pasa por una crianza de 10 meses en acero inoxidable y reposa en botella durante 24 meses antes de su salida al mercado.


En copa, destaca por su carácter vibrante y expresivo, con una marcada identidad atlántica. Su estructura es delicada pero persistente, con taninos suaves y un final largo. Es un vino que transporta al pasado histórico del Ribeiro tinto, mostrando el legado de una región que sigue apostando por la calidad y la autenticidad.




Falcoeira “A Capilla”, de Telmo Rodríguez

El viñedo de Falcoeira, ubicado en las Ladeiras do Bibei dentro de la D.O. Valdeorras, representa la recuperación de uno de los viñedos históricos más valiosos de Galicia. Telmo Rodríguez, junto con su equipo, ha devuelto a la vida estas tierras, antaño consideradas las más apreciadas por los viticultores locales. En este paraje singular, donde las terrazas de pronunciada pendiente desafían la gravedad, nace Falcoeira “A Capilla”, un vino que expresa fielmente la identidad del terruño gallego.


El proyecto de Telmo Rodríguez se ha construido sobre el respeto a la tradición vitivinícola de España, con un firme compromiso en la recuperación de viñedos olvidados. Desde 1994, la bodega ha viajado por distintos rincones del país en busca de paisajes y cepas ancestrales, reviviendo la esencia de cada región. En Santa Cruz, dentro del Valle del Bibei, Falcoeira es testimonio de este esfuerzo, combinando historia, terroir y una elaboración meticulosa.


Elaborado a partir de un coupage de Mencía, Brancellao, Sousón, Garnacha y otras variedades, Falcoeira “A Capilla” se cultiva bajo un modelo de agricultura ecológica, con poda en vaso y vendimia manual en cajas. El viñedo, situado entre los 400 y 600 metros de altitud, está compuesto por suelos ácidos de texturas gruesas, formados por granitos y granodioritas, lo que le aporta una marcada mineralidad.


En bodega, el vino fermenta con levaduras autóctonas y envejece en foudres y barricas, respetando la expresión natural de la fruta y el terroir. El resultado es un vino intenso y profundo, con una gran estructura y complejidad aromática. En nariz destacan notas de frutos rojos y negros, junto a matices florales y especiados. En boca, su frescura y equilibrio se combinan con taninos firmes y un final largo y elegante.


Falcoeira “A Capilla” no es solo un vino, sino un viaje al pasado vinícola de Galicia. Es el reflejo del esfuerzo por recuperar un legado, reivindicando la viticultura ancestral en uno de los paisajes más impresionantes de Galicia.




Miñato da Raña 2019, de Nanclares y Prieto Viticultores

Dentro de la viticultura artesanal y de mínima intervención en Galicia, Nanclares y Prieto Viticultores han construido un proyecto basado en el respeto absoluto por el terroir. En sus viñedos, distribuidos entre las Rías Baixas, la Ribeira Sacra y el Ribeiro, practican una agricultura ecológica que permite que cada parcela se exprese con total autenticidad.


Miñato da Raña 2019 es un fiel reflejo de este compromiso con la tradición y la tierra. Procedente de la finca A Raña, en las laderas del Miño en O Saviñao, este vino tinto se elabora a partir de 60% Mencía, 30% Garnacha Tintorera y 10% de blancas (Godello y Palomino). Con cepas centenarias en vaso, plantadas sobre bancales de suelo granítico con pendientes del 62%, esta parcela de difícil acceso da lugar a un vino de gran personalidad.


La cosecha de 2019 estuvo marcada por una brotación normal, una primavera fría y lluviosa, seguida de un verano cálido sin temperaturas extremas. La vendimia se realizó manualmente el 13 de septiembre, seleccionando racimos en el viñedo y transportándolos en cajas de 15 kg para evitar roturas y oxidaciones.


Elaborado a la antigua usanza, Miñato da Raña se vinifica con pisado tradicional de la uva con los pies, utilizando un 100% de raspón. La fermentación alcohólica se desarrolla con levaduras autóctonas en barricas de roble francés de 600 litros, con parte de la maloláctica llevada a cabo sobre los hollejos durante 15 días. Posteriormente, se trasiega y se finaliza la fermentación maloláctica en barricas de roble francés..


Criado sobre sus lías durante 9 meses con batonage semanal durante los primeros tres meses, el vino se embotella sin clarificar, con filtrado de desbaste y con una moderada dosis de SO2.


Miñato da Raña 2019 es un vino fresco y rústico, con gran tipicidad. Presenta notas florales y terrosas, taninos con sensaciones polvorientas y una marcada identidad atlántica. Su perfil recuerda a algunos Syrahs del Ródano, mostrando la riqueza y diversidad de los vinos tintos de Galicia.




CM Viña Tenencia 2022, de Matarromera

En un viñedo privilegiado en la D.O. Ribeiro, Bodega Matarromera ha sabido capturar la esencia de esta región gallega con vinos de gran distinción y elegancia. Fiel a su legado de excelencia, esta bodega, reconocida por sus grandes reservas y crianzas en la Ribera del Duero, ha expandido su maestría vinícola hacia los blancos de Galicia, elaborando vinos con personalidad y equilibrio.


Dentro de su colección de Vinos de Finca de CM, destaca CM Viña Tenencia 2022, un blanco que refleja la autenticidad del Ribeiro y el potencial de sus suelos silíceos, originados por la descomposición del granito. La orientación norte de sus viñedos, en las laderas del valle del Miño, favorece una maduración pausada, permitiendo que las variedades autóctonas Treixadura, Godello y Albariño expresen todo su potencial aromático y frescura.


La cosecha de 2022 estuvo marcada por un invierno frío y seco, seguido de una primavera inestable con episodios de fuertes vientos que redujeron la producción. Sin embargo, un verano suave y seco, con lluvias ocasionales, favoreció una maduración equilibrada de la uva, dotando a CM Viña Tenencia 2022 de una estructura viva y elegante.


Tras la selección de las uvas en el viñedo, el vino pasa por un proceso de crianza sobre lías, aportando mayor volumen y complejidad. En cata, presenta un color amarillo brillante con reflejos verdosos. En nariz, es intenso y fresco, con notas de fruta de hueso, manzana verde y heno recién cortado. En boca, se muestra estructurado, con un paso fresco, untuoso y de gran persistencia.


La elegancia de CM Viña Tenencia 2022 lo convierte en un excelente acompañante de la gastronomía gallega. Marida a la perfección con pulpo, vieiras y mariscos, así como con pescados blancos y azules. También es ideal para disfrutar con quesos suaves y elaboraciones tradicionales que resalten su equilibrio y frescura.


CM Viña Tenencia 2022 es un homenaje a la diversidad y riqueza del Ribeiro, un vino que encapsula la tradición vinícola gallega con la distinción de Bodega Matarromera.




Adega do Moucho 2019, de Adega do Moucho

Finalizamos este recorrido en Ribadavia (Ourense), cuna del Ribeiro, donde Adega do Moucho se ha convertido en un referente de los vinos blancos gallegos. Fundada en el año 2000 por el enólogo José Manuel Martínez Juste y el bodeguero Francisco García Pérez, esta pequeña bodega refleja la pasión de sus creadores por la tierra y la tradición vinícola de la región. Con una producción limitada a 3.000 botellas, su filosofía se basa en la calidad y el respeto por el viñedo.


Adega do Moucho 2019, una expresión fiel del terruño y de la variedad autóctona por excelencia, la Treixadura. Con un 90% de esta uva y un 10% de otras variedades autóctonas como Albariño, Loureira, Godello y Caíño Branco, este vino es el resultado de un viñedo urbano que se mantiene como uno de los últimos de Ribadavia, en una zona donde la Treixadura reina con elegancia.


Este vino destaca por su fino y característico perfil aromático, con delicadas notas florales y de hierbas silvestres que evocan los paisajes de la comarca. En boca, es redondo, sabroso y directo, con una carga frutal marcada por la presencia de frutas blancas maduras. Su persistencia, tanto sápida como aromática, lo convierte en un blanco de gran carácter y profundidad.


Gracias a su estructura y equilibrio, Adega do Moucho 2019 es un excelente acompañante para la gastronomía gallega. Su versatilidad permite maridarlo con empanadas, pescados, mariscos y carnes blancas, potenciando los sabores y aportando frescura en cada sorbo.


Con un trabajo minucioso en viñedo y bodega, Francisco García Pérez y José Manuel Martínez Juste han conseguido elaborar un Ribeiro con identidad propia, que transmite la autenticidad de su origen y la esencia de su terroir. Adega do Moucho 2019 es, sin duda, un vino para descubrir y disfrutar.

 
 

Comments


bottom of page