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Las bodegas más bonitas para hacer enoturismo 2025

Jenifer Hamm

Finca La Estacada (Bodegas más bonitas para hacer enoturismo España 2025) - GastroMadrid (4)

© Finca La Estacada


El enoturismo se ha convertido en una de las experiencias más fascinantes para los amantes del vino y la naturaleza. Recorrer viñedos centenarios, descubrir bodegas con una arquitectura impresionante y degustar vinos excepcionales en su lugar de origen es una forma única de conectar con la historia y la cultura de cada región. En 2025, la búsqueda de experiencias auténticas y exclusivas lleva a descubrir algunas de las bodegas más bonitas para hacer enoturismo, donde el paisaje, el vino y la tradición se fusionan para crear momentos inolvidables.


Poder descubrir rincones históricos con siglos de tradición o incluso modernas instalaciones integradas en entornos naturales, estas bodegas destacan no solo por la calidad de sus vinos, sino también por su belleza y la riqueza de sus propuestas enoturísticas. Paseos entre viñedos, catas en salas subterráneas, arquitectura vanguardista y maridajes gastronómicos convierten cada visita en una verdadera experiencia. Estos destinos ofrecen la posibilidad de sumergirse en la cultura local, descubrir antiguas técnicas de vinificación y disfrutar de paisajes que parecen sacados de un cuadro.


En este artículo, recorremos algunas de las bodegas más bonitas para hacer enoturismo en 2025. Lugares donde la pasión por el vino se refleja en cada detalle. ¿Estás preparado?


 


Bodegas Murua

Situada en Elciego, en pleno corazón de Rioja AlavesaBodegas Murua es un destino imprescindible para los amantes del vino, la historia y el arte. Rodeada por un paisaje de viñedos centenarios y con la Sierra de Cantabria/Toloño como telón de fondo, esta bodega, fundada en 1974 y perteneciente a Masaveu Bodegas, fusiona tradición y modernidad en una experiencia enoturística única.


Una de sus visitas comienza con un recorrido por una de esas 80 hectáreas de viñedos, donde se cultivan las variedades clásicas de la región: tempranillo, graciano y mazuelo. Aquí te enseñarán cómo se realiza la vendimia manual y la selección minuciosa de los racimos para asegurar que sus vinos de producción limitada tengan una calidad excepcional.


El recorrido continúa en la casa solariega que alberga la bodega, un edificio noble que conserva la esencia de la arquitectura tradicional de la zona. En su interior, los visitantes pueden descubrir la biblioteca enológica, con ejemplares únicos sobre el mundo del vino, y una colección privada de arte, con obras que datan del siglo XVI hasta la actualidad.


Las degustaciones en Murua permiten descubrir vinos elegantes y con personalidad propia. La experiencia "Conociendo Murua" incluye una cata de tres vinos, maridados con aperitivos locales, mientras se recorren los rincones más emblemáticos de la bodega. Para los más exigentes, la opción "Murua Flight" ofrece la posibilidad de catar hasta cuatro vinos premium en un entorno privilegiado, ya sea en los elegantes salones interiores o en la terraza con vistas a los viñedos.


Bodegas Murua es mucho más que un lugar para probar vino: es una inmersión en la cultura y la historia de Rioja Alavesa. Sin duda, Bodegas Murua te ofrecerá una experiencia enoturística que estarás deseando volver a repetir. Haz la reserva de tu experiencia y comprobarás de lo que hablamos.



 


Finca La Estacada

Ubicada en Tarancón, Cuenca, Finca La Estacada es un destino único para los amantes del vino, la gastronomía y el bienestar. Este complejo enoturístico combina la tradición vitivinícola con experiencias que invitan a desconectar, relajarse y, sobre todo, disfrutar.


La finca, con un pasado que se remonta a los tiempos de la reina María Cristina, se asienta en una parcela cargada de historia. Su nombre, "La Estacada", proviene de su ubicación en una antigua calzada romana, cuyo legado puede apreciarse en los miliarios expuestos en la bodega. Fundada en 2001 por la familia Cantarero Rodríguez, la bodega ha perfeccionado el arte del vino en sus 278 hectáreas de viñedo, produciendo caldos extraordinarios.


En Finca La Estacada, el enoturismo cobra vida con actividades que van más allá de la típica visita a una bodega. Desde las visitas guiadas con degustación, disponibles todos los días, hasta las innovadoras “Visitas con Humor” que narran la historia del vino de forma divertida, cada experiencia está pensada para sorprender.


Nos alucina el taller “Enólogo por un día”, una actividad participativa donde los visitantes pueden crear su propio vino, competir con otros grupos y llevarse el reconocimiento de “Enólogo Amateur”. Además, las escapadas temáticas como “Viernes de Vinos” o “Escapada Romántica” combinan catas, cenas y alojamiento para disfrutar de una inmersión completa en la cultura del vino.


El restaurante de la finca ofrece un menú degustación de siete platos que maridan a la perfección con los vinos elaborados en la bodega. Para quienes buscan una experiencia más informal, el Enobar sirve tapas conquenses con un toque moderno.


El hotel, rodeado de paisajes de viñedos y olivos, cuenta con habitaciones diseñadas para el descanso, desde acogedoras dobles estándar hasta suites con vistas panorámicas. Cada espacio está inspirado en el mundo del vino, ofreciendo un ambiente cálido y elegante.


El spa es otro de los grandes atractivos del complejo. Su circuito hidrolúdico incluye sauna, jacuzzi, flotarium y tratamientos de vinoterapia, como baños de vino o masajes relajantes en pareja. Todo ello pensado para desconectar y renovar energías en un entorno de serenidad.


En Finca La Estacada, cada detalle está cuidado para convertir el enoturismo en una experiencia inolvidable. Entre catas, relajación y alta gastronomía, es el lugar perfecto para escapar de la rutina y vivir el vino desde todas sus facetas.


 


Bodegas Fillaboa

En Rías Baixas, rodeada por los ríos Tea y Miño, se encuentra Bodegas Fillaboa, una de las fincas vinícolas más antiguas y extensas de Galicia. Su leyenda, que nos recuerda al cuento de “La Cenicienta” de Charles Perrault, parte del hecho de que dos hijas de un conde envidiaban a su hermana menor, la "hija buena"  (“Filla boa” en gallego significa “hija buena”) y une la tradición, el arte y una experiencia enoturística inolvidable.


El recorrido comienza con un paseo guiado por parte de las 50 hectáreas de viñedos que posee la bodega, con el que aprenderás la elección entre la plantación en parra o en espaldera, además de cómo sus suelos de origen granítico y la influencia atlántica dotan a la uva albariño de un carácter único, entre otras muchas cuestiones.


El camino nos lleva al Pazo de Fillaboa, una majestuosa construcción de principios del siglo XIX rodeada de jardines con camelias, magnolios y olivos centenarios. La finca, con su imponente muro de piedra, crea una atmósfera mágica donde cada rincón cuenta una historia.


La visita continúa en la bodega, donde los visitantes pueden conocer de primera mano el proceso de elaboración de los albariños de Fillaboa. La experiencia culmina con una cata de dos de sus vinos más representativos: Fillaboa, fresco y vibrante, y Fillaboa Selección Finca Monte Alto, una edición limitada que expresa la personalidad del viñedo.


Para quienes buscan una vivencia más personalizada, Fillaboa ofrece recorridos privados en coche por la fincaacceso a su colección de arte y catas en espacios únicos con vistas al viñedo.


Un destino imprescindible para los amantes del vino, la historia y la naturaleza, donde el enoturismo se convierte en un viaje sensorial que quedará grabado a fuego en tu memoria. Se recomienda reserva anticipada.



 


Bodegas Itsasmendi

En la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, donde el mar y la montaña se encuentran en un paisaje de contrastes, se alza Bodegas Itsasmendi, un referente del txakoli en Bizkaia. Con un enfoque innovador y un profundo respeto por la naturaleza, esta bodega ha redefinido el concepto del txakoli, apostando por la calidad, la sostenibilidad y la diversidad en sus vinos.


Esta bodega poco a poco ha ido creciendo desde el año 1994 hasta contar con 35 hectáreas de viñedos repartidas en 15 parcelas, cada una con características únicas que aportan matices singulares a sus vinos. Trabajando con las variedades autóctonas Hondarrabi Zuri y Hondarrabi Zuri Zerratie, la bodega elabora txakolis de gran personalidad, entre ellos el Itsasmendi 7, el primer txakoli con crianza en la D.O., y el Urezti, la primera vendimia tardía de la región.


El enoturismo en Itsasmendi es una experiencia inmersiva gracias a Artizar, su innovador concepto de enoturismo 360º. A través de visitas guiadas, los visitantes pueden recorrer la bodega, conocer su proceso de elaboración y disfrutar de catas en un entorno natural privilegiado. Además, la sala de I+D permite descubrir micro vinificaciones y parcelarios que reflejan la riqueza del territorio.


La bodega apuesta por la integración del viñedo en el medio natural, con prácticas sostenibles que garantizan la conservación del ecosistema de Urdaibai. Un lugar donde el txakoli se transforma en arte y donde cada copa cuenta la historia de la tierra que lo vio nacer.


 


Tío Pepe

Nos trasladamos a Jerez de la Frontera con Tío Pepe, que se ha convertido en un referente ineludible para los amantes del enoturismo. Con más de 180 años de historia, este conjunto monumental de bodegas ofrece poder transportar a los visitantes a los orígenes del vino de Jerez, entre calles emparradas, patios andaluces y naves centenarias donde maduran algunos de los vinos y brandies más prestigiosos del mundo.


La visita a Tío Pepe es un viaje por la historia del vino y la tradición vinícola de la región. Fundada en 1835 por Manuel María González Ángel, la bodega rinde homenaje a su tío Pepe, quien le enseñó los secretos del arte jerezano. Desde entonces, el legado ha perdurado, convirtiéndose en una de las marcas más reconocidas internacionalmente, con presencia en más de 115 países.


Para descubrir todo el esplendor de Tío Pepe, los visitantes pueden recorrer la bodega a bordo de un tren enoturístico, que atraviesa los jardines y viñedos antes de adentrarse en las impresionantes salas de crianza. En estas catedrales del vino, donde la penumbra y el aroma de las botas crean una atmósfera única, se envejecen joyas enológicas como el fino Tío Pepe o los exclusivos amontillados y olorosos.


Esta increíble experiencia incluye catas dirigidas que permiten explorar los matices de los Vinos de Jerez, maridajes con productos locales y visitas especializadas que revelan los secretos de la solera fundacional. Además, la icónica botella con sombrero y chaquetilla andaluza sigue siendo un símbolo de identidad y tradición.


Esta bodega es una verdadera experiencia para quienes buscan vivir el enoturismo en su máxima expresión con la excelencia de los vinos jerezanos en un entorno inigualable.


 


Bodega Vitheras

Seguimos con una bodega que realiza una tradición vinícola centenaria como lo es la viticultura heroica. Situada en los profundos valles de Cangas del Narcea, Vitheras desempeña su trabajo en terrenos de fuerte pendiente que desafían a la naturaleza y dan lugar a vinos de identidad inconfundible.


La historia de Vitheras se remonta al año 1556, cuando ya se cultivaba la vid en estas tierras. Sin embargo, la minería del carbón, la guerra y las enfermedades de la vid hicieron que esta tradición casi desapareciera. No fue hasta la década de 1980 cuando, gracias a la labor de investigadores del CSIC y el esfuerzo de la familia propietaria, se inició la recuperación de las variedades autóctonas como Albarín Blanco, Verdejo Negro o Albarín Negro, dando nueva vida a los viñedos de Cangas.


El enoturismo en esta bodega es una inmersión en la historia y el paisaje asturiano. La visita comienza con un recorrido por sus espectaculares viñedos de montaña, donde se descubre el arduo trabajo de recuperación de estas cepas ancestrales. Posteriormente, en la bodega, los visitantes pueden conocer el proceso de elaboración de sus vinos y participar en catas guiadas donde se degustan blancos frescos y rosados con carácter atlántico.


Además, se organizan experiencias personalizadas como senderismo entre viñedos, vendimias participativas y encuentros gastronómicos con productos locales. En cada copa de Vitheras, se siente el alma de la tierra asturiana, un terroir único que ha vuelto a brillar tras siglos de historia.

 


 


Bodegas Enrique Mendoza

Nos trasladamos al Mediterráneo, en el corazón de Alicante con el sol y la brisa que caracteriza esta zona, aquí se encuentra Bodegas Enrique Mendoza. Su filosofía, basada en el respeto al territorio y la mínima intervención en el viñedo, ha convertido a esta bodega en un referente de calidad e innovación en la región.


La visita a Finca El Chaconero, donde se ubican sus viñedos, es un viaje por la historia de la viticultura mediterránea. Con documentos que datan del siglo XVI, esta finca de suelos diversos y protegida como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), ofrece una experiencia enoturística única. Entre viñas de Monastrell, Cabernet Sauvignon o Syrah, los visitantes descubren cómo la bodega fusiona tradición e innovación para elaborar vinos con carácter.


El enoturismo en Bodegas Enrique Mendoza va más allá de la cata. Sus experiencias incluyen recorridos por los viñedos, visitas a la bodega donde se explica el proceso de elaboración y degustaciones de vinos que expresan la esencia del paisaje mediterráneo. Además, la bodega organiza catas especializadas y actividades de maridaje con productos locales.


Como miembro de Grandes Pagos de España, la bodega apuesta por la elaboración de vinos que reflejan la singularidad del terruño. Cada copa de Enrique Mendoza es un reflejo del sol, la luz y la historia de Alicante, con vinos que han conquistado mercados internacionales, así que considera la visita a esta bodega como un plan que merece la pena vivir. 


 


Abadía Retuerta

En el corazón de la milla de oro del vino en España, Abadía Retuerta se alza como un enclave único Ubicada a orillas del río Duero, esta bodega, con más de ocho siglos de tradición vitivinícola, ofrece una experiencia enoturística de primera, combinando la excelencia de sus vinos con un entorno privilegiado y un servicio exclusivo.


La visita a la bodega es un recorrido por la pasión y la meticulosa labor detrás de cada botella. Con 30 años de historia moderna y una herencia monástica en el cultivo de la vid, esta bodega elabora vinos de pago que expresan la singularidad de su suelo. Durante las catas dirigidas, los visitantes pueden degustar variedades como Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon, descubriendo la riqueza de cada añada.


No solo podrás apreciar un buen vino, también degustar la exquisita oferta gastronómica del restaurante Refectorio, galardonado con estrella Michelin, permite maridar los mejores caldos con una cocina de autor que rinde homenaje a los sabores de Castilla y León.


Además, la bodega organiza actividades exclusivas como la Academia del Terruño, talleres de maridaje y rutas a caballo entre viñedos.


En definitiva, Abadía Retuerta es el destino perfecto para rodearte de historia, naturaleza y excelencia en cada detalle.



 


R. López de Heredia Viña Tondonia

En la Rioja Alta, se encuentra R. López de Heredia Viña Tondonia, un verdadero disfrute arquitectónico y vinícola que transporta a sus visitantes a la esencia más pura del vino riojano. Fundada en 1877, esta bodega familiar ha mantenido intacta su filosofía de respeto por la tradición y la excelencia, convirtiéndose en un referente ineludible para los amantes del enoturismo en 2025.


Recorrer los pasillos subterráneos de López de Heredia es sumergirse en la historia viva del vino. Sus bodegas centenarias, conocidas como la "Catedral del Vino", se extienden a más de 10 metros de profundidad, en calados excavados en piedra arenisca que albergan 12.900 barricas bordelesas y tinas de roble de diversas procedencias. Cada rincón de la bodega respira el legado de generaciones que han preservado la autenticidad de sus vinos, elaborados mediante procesos artesanales y con una crianza excepcionalmente larga.


La emblemática Viña Tondonia, de más de 100 hectáreas a orillas del Ebro, es el escenario donde nacen sus prestigiosos vinos, reflejo de un terruño privilegiado. Durante la visita, los visitantes pueden pasear entre viñedos centenarios, descubrir la meticulosa elaboración de sus vinos y disfrutar de catas guiadas en las que se degustan añadas que han marcado la historia del vino español.


Con más de 148 años de tradición, López de Heredia sigue fiel a su esencia, ofreciendo una experiencia enoturística donde el tiempo se detiene y la historia del Rioja cobra vida en cada copa.


 


Pazo de Rubianes

El auténtico espíritu del albariño y la esencia del patrimonio gallego, se fusionan en esta finca, en la comarca del Salnés, nos referimos a Pazo de Rubianes, un lugar donde el enoturismo se vive entre viñedos centenarios, jardines históricos y un legado familiar que se ha mantenido intacto desde 1411. Con más de seis siglos de historia es un verdadero disfrute para los seguidores del albariño.


El pazo, con su arquitectura de inspiración afrancesada y rodeado de 80 hectáreas de terreno, es el único Señorío de Galicia. Entre sus estancias destacan la capilla del siglo XVI, la bodega y las antiguas caballerizas del siglo XV, que hoy albergan la sala de cata y la tienda. Sus viñedos, con 25 hectáreas dedicadas al cultivo de albariño, producen vinos de gran carácter y reconocimiento internacional.


La visita a Pazo de Rubianes es un viaje en el tiempo, donde cada rincón cuenta una historia. Los visitantes pueden recorrer sus jardines, considerados uno de los más bellos de España, donde la camelia, símbolo de la finca, florece en un espectáculo de color. También pueden adentrarse en la bodega para conocer el proceso de elaboración de sus vinos y disfrutar de catas dirigidas que resaltan la singularidad de su terroir.


Además, la finca ofrece experiencias exclusivas como paseos por sus viñedos, talleres de poda y catas privadas con maridajes gallegos. Para los más apasionados, el Club de Amigos del Pazo de Rubianes permite formar parte de esta comunidad que valora el vino, la naturaleza y la conservación del patrimonio.


Así que ya lo sabes, esta maravillosa bodega te ofrecerá tradición y es la máxima expresión del albariño en su entorno más puro. Un destino que debes guardar en tu calendario para los planes de enoturismo este 2025.

 
 

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