Latasia renueva su carta con novedades muy viajeras y dando nueva vida a varios clásicos
16.06.22 Roberto Buscapé
Hace ya seis años que Sergio y Roberto Hernández comenzaron una gran aventura: la apertura de su propio restaurante en su Madrid natal. Tras pasar por algunas de las mejores cocinas del mundo, los hermanos se embarcaban en Latasia (Paseo de la Castellana, 115), una propuesta en la que plasmar su esencia: cocina con influencias Latinoamericanas y Asiáticas —de ahí su nombre — pero sin olvidar sus raíces. El resultado es un exitoso restaurante que, superado su primer lustro, mantiene un público fiel y no para de sumar adeptos.
Para celebrar su sexto cumpleaños, los hermanos han elaborado una nueva carta en la que recuperan algunos de sus platos estrella e incluyen interesantes novedades.
Uno de los clásicos que vuelve a formar parte de la oferta culinaria de Latasia es el Ajoblanco de pera, una sopa fría ligera y fresca que ahora acompañan con tomates cherry pasificados y sardina ahumada.
Dentro de los entrantes, también rescatan el Dumpling de pollo al ajillo con setas que –por petición popular- sustituye al de conejo y promete hacer las delicias de un público más amplio.
Si nos pasamos a los platos principales, vemos interesantes incorporaciones como la Parpatana de atún rojo a la parrilla con salsa de tamarindo, una propuesta de temporada en la que el protagonismo lo tiene la parpatana —parte final de la ventresca extremadamente jugosa— y la elaboración en la parrilla, que le aporta su característico sabor a brasas.
Otra novedad es el Kebab anticuchero, elaborado con carne de buey a la parrilla que mezclan con patata asada dentro de la masa, como aprendió Roberto Hernández en uno de sus viajes a Azerbaiyán. El plato se termina con una salsa de anticucho y chalaquita fresca para contrarrestar el sabor potente.
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Por último, la nueva carta incluye un sabroso Guiso de lágrima de vaca con jugo de carne con aromas a cinco especias chinas. La, también conocida como, entrecostilla de vaca se acompaña con puré de boniato al estilo Robuchon y cremosos dados de polenta, en lo que supone un excelente ejemplo de las influencias viajeras de los hermanos.
Los platos principales se completan con el regreso de algunas de las recetas más populares de Latasia que Sergio y Roberto han querido recuperar dándoles una nueva vida. Es el caso del Tiradito de Lubina, renovado en cuanto a presentación y tratamiento del pescado; al igual que el Ají de gallina, otro clásico que vuelve en una versión modernizada que hay que probar. Y tampoco falta la casquería: vuelen las Mollejas de ternera en tres cocciones —las confitan, las fríen y las glasean y terminan al wok— con la barbacoa japonesa.
Mención especial merece el guiso de Callos de bacalao con un curry de pescado, una especia procedente de uno de los viajes de Roberto a Malasia, que guarda como un tesoro en su “joyero de especias” desde hace casi cuatro años, y que ahora incluye en este plato. El bacalao, que no estaba en la carta de Latasia desde los inicios, se emulsiona como un pil pil y se acompaña con guisantes.
En cuanto a los postres, vuelve un clásico atemporal: el Pie de limón. Los hermanos lo rescatan con una presentación más actual pero manteniendo lo principal, su exquisito sabor. Un plato que supone un gran broche de oro para una comida perfecta.
Tanto las novedades como los platos recuperados conviven con grandes éxitos que se mantienen en la carta como el Pez mantequilla al horno, marinado en miso y amontillado, el Arroz chaufa de mariscos con chicharrón de chancho o el Costillar de cerdo glaseado con barbacoa coreana.