top of page

Bodegas Gallego Zapatero: vinos que nacen del susurro de la tierra

  • Roberto Buscapé
  • hace 15 horas
  • 3 Min. de lectura

Bodegas Gallego Zapatero 2025 (Producto) - GastroMadrid (1)

A veces, lo extraordinario no está en lo evidente, sino en esos caminos menos transitados. Así ocurre en Anguix, un pequeño pueblo en plena Ribera del Duero donde el paisaje parece hablar bajito y cada viña guarda un secreto. Allí, entre lomas, valles y suelos de arcilla y caliza, nace uno de los proyectos vinícolas más auténticos y prometedores de la zona: Bodegas y Viñedos Gallego Zapatero.


Aquí no hay grandes carteles ni campañas llamativas. Lo que hay es trabajo artesanal, respeto absoluto por la tierra y una obsesión por embotellar la esencia de cada parcela. En esta bodega familiar, los vinos no se diseñan en un despacho, se descubren en el campo. Y es precisamente esa honestidad lo que ha convertido a YOTUEL en una referencia para quienes buscan vinos con alma.



Gallego Zapatero parte de una idea sencilla pero poderosa: el vino nace en la viña. Y lo aplican a diario, vendimia tras vendimia, poda tras poda. Cultivan cerca de 20 hectáreas en ecológico, a unos 810 metros de altitud, repartidas en un entorno de clima extremo. Las oscilaciones térmicas, las heladas y la escasez de lluvia exigen compromiso, pero también dan carácter.


El trabajo en el campo es manual y tradicional: poda en seco, estallado, desnietado, aclareo... Mínima intervención, máximo respeto. La vendimia se hace a mano, en pequeñas cajas, y ya en bodega cada parcela se vinifica por separado. Así se conserva intacta la identidad de cada vino, porque aquí se cree en la autenticidad sin filtros.



YOTUEL da nombre a las distintas expresiones de la bodega: vinos de pueblo y vinos de finca. Cada uno con su carácter, pero todos con un punto en común: sinceridad.

Los vinos de pueblo, como YOTUEL (de viñas jóvenes sobre suelos arcillosos) y YOTUEL Selección (de viñas viejas sobre terrenos más calcáreos), reflejan el carácter general de Anguix. Son tintos con fruta nítida, paso amable y estructura elegante.


En los vinos de finca, la historia cambia. Aquí mandan el suelo, la orientación y la edad del viñedo. YOTUEL Finca la Nava es profundo, vibrante y frutal. Finca Valdepalacios se muestra más sutil, floral y fino, gracias a su exposición sur y sus suelos calcáreos con limos arenosos. Finca San Miguel, en cambio, plantado sobre suelos de arcilla compacta y con orientación norte, ofrece un tinto con gran expresión frutal y personalidad marcada.


Y luego está YOTUEL Garnacha, una rareza muy especial. Procede de cepas viejísimas en vaso, con rendimientos bajísimos y suelos pobres que aportan tensión y verticalidad. Solo cuatro meses de crianza sobre sus lías bastan para crear uno de los vinos más sorprendentes y vibrantes de la casa.



Aunque discreta, la bodega ha sabido llamar la atención de quienes más saben. Críticos, sumilleres y amantes del vino han coincidido en destacar la pureza, la elegancia y la honestidad de los vinos de Gallego Zapatero. Las altas puntuaciones y el boca a boca han hecho de YOTUEL un nombre de culto entre quienes valoran el origen, el detalle y la verdad en el vino.


Este proyecto, con toda su riqueza e identidad, llega a Madrid de la mano de ESDIVINO, una distribuidora que comparte la misma filosofía: autenticidad, cercanía y respeto al productor. Fundado por el sumiller Damián García y Raquel Anento, ESDIVINO actúa como puente entre pequeñas bodegas con alma y un público que busca algo más que etiquetas bonitas.


Desde su base en el barrio de Aluche, ESDIVINO acerca vinos como YOTUEL a vinotecas, restaurantes y aficionados madrileños. Damián se encarga de seleccionar personalmente cada proyecto, mientras Raquel lidera la gestión y la atención al cliente en su vinoteca. Aquí, cada vino tiene una historia, y la de Gallego Zapatero encaja a la perfección.


Para quienes quieran conocer de cerca esa historia, la bodega ofrece visitas guiadas. Un recorrido por el viñedo, la bodega moderna y la tradicional subterránea típica de la Ribera del Duero. Y, por supuesto, una cata final para entender todo desde la copa. Es una experiencia pensada para conectar con el vino desde su origen, sin artificios.


Gallego Zapatero no busca hacer ruido, pero deja huella. Su filosofía, basada en el respeto, el trabajo bien hecho y el compromiso con la tierra, se nota en cada botella. Porque cuando el vino se hace con manos cuidadosas y con la tierra como guía, se bebe de otra forma. Y gracias a proyectos como ESDIVINO, ese vino está hoy más cerca que nunca de quienes saben apreciarlo.


Kommentare


bottom of page