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Bodega y Viñedos Maires: un legado familiar que emociona en cada copa

  • Roberto Buscapé
  • hace 4 días
  • 3 Min. de lectura

Bodega y Viñedos Maires 2025 (Producto) - GastroMadrid (1)

Hay proyectos que emocionan antes siquiera de descorchar una botella. La historia de Bodega y Viñedos Maires es una de esas que se degustan a sorbos lentos. Fundada en 2015 por Fernando y Pablo, dos primos con raíces profundas en la DO Toro, esta bodega nace como homenaje a sus antepasados viticultores y al apellido familiar que les da nombre: Maires. Un proyecto que une tradición y comunicación, campo y narrativa, para ofrecernos una nueva forma de entender el vino.



Con 16 hectáreas repartidas por diferentes zonas de Toro, algunas con cepas que superan los 100 años, Maires basa su trabajo en una filosofía clara: el tiempo y la tierra lo son todo. La orientación de las viñas, el tipo de suelo, el clima y la edad del viñedo son elementos que se respetan y se potencian para elaborar vinos de carácter, con identidad y sin artificios.


Cada uno de sus vinos se enmarca en la gama Ademán, una propuesta que combina gesto, edad del viñedo y estilo de vino. Las etiquetas muestran manos en distintas etapas de la vida, reforzando el mensaje de que el vino es también una expresión del tiempo.



El más joven de la gama es Ademán Carabizal, un roble con 4 meses en barrica francesa. Procedente de viñas de 30 años en El Carabizal, se representa con el gesto del “circle game”, símbolo juvenil que refleja su carácter fresco y vibrante. Frutos rojos, especias dulces y tostados sutiles dan paso a una boca amplia, golosa y equilibrada. Marida muy bien con embutidos, carnes rojas y pastas.


Con Ademán Valderanda, Maires entra en la madurez. Un crianza de 12 meses nacido de viñas en vaso de entre 45 y 60 años. Su gesto es reflexivo, como lo es este vino: amplio, sedoso y con una excelente persistencia. Aromas de fruta madura, tostados y especias, y una acidez justa que lo hace ideal para platos como lechazo, carnes a la brasa o quesos curados.



La selección especial de la casa es Ademán Valdecarretas, elaborado con Tinta de Toro de viñedos centenarios plantados a pie franco. Representado con el ademán de “tiempo muerto”, este vino busca detener el tiempo en cada sorbo. Con 16 meses en barrica francesa, es un vino complejo, potente y sedoso, con taninos redondeados y un final largo. Acompaña a la perfección platos de caza, carnes rojas o postres de chocolate negro.


La propuesta blanca llega con Ademán Adalia, un verdejo 100% criado dos meses en barrica francesa, con viñas de 35 años en la zona arenosa de Adalia. Inspirado en el saludo Vulcano de Star Trek, este blanco es limpio, brillante, con notas herbáceas y un paso por boca estructurado y largo. Ideal con arroces, pescados y carnes blancas.


Maires Colección Privada es la cúspide del proyecto. Procedente de viñedo prefiloxérico de más de 100 años, cultivado en biodinámico, este Tinta de Toro ha sido criado 18 meses en roble español. Intenso, expresivo, con taninos especiados y maduros, fruta concentrada y un equilibrio perfecto. Un vino que emociona desde el primer sorbo y cuya evolución en botella promete grandes momentos.



La presencia de Maires en Madrid no sería posible sin ESDIVINO, una distribuidora especializada en vinos de pequeños productores españoles. Fundada por Damián, sumiller con una amplia trayectoria, y Raquel, apasionada del vino y cara visible de su vinoteca en Aluche, ESDIVINO va más allá de la distribución tradicional.


Con una selección meticulosa, catas exclusivas y un enfoque accesible y cercano, ESDIVINO ha construido un catálogo que pone en valor la autenticidad y el trabajo artesanal. Maires forma parte de su porfolio de manera exclusiva en Madrid, y gracias a esta colaboración, sus vinos encuentran su sitio en el mapa, pero también en el corazón del aficionado. Porque el mejor vino, como dice Raquel, es el que se comparte. Y si además emociona, como lo hace Maires, se convierte en una experiencia inolvidable.


Bodega y Viñedos Maires no es solo un homenaje al pasado, sino una mirada al futuro desde la autenticidad. Cada gesto, cada vino, cada parcela, es una parte de un relato mayor. En tiempos donde muchas bodegas tienden a homogeneizar sus propuestas, Maires apuesta por la emoción, la personalidad y el respeto a la tierra como elementos diferenciadores.


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