Bodega y Viñedos Casa de la Nava, el alma familiar de Valdepeñas que reivindica el legado del vino
- Roberto Buscapé
- 21 may
- 4 Min. de lectura

En el corazón de la histórica comarca vinícola de Valdepeñas, Bodega y Viñedos Casa de la Nava ha comenzado a labrar un nombre propio con paso firme y silencioso, como los grandes proyectos que nacen del respeto a la tierra, del trabajo familiar y de la voluntad de perpetuar un legado. Bodega Casa de la Nava; una historia de generaciones ligadas al viñedo; y una clara vocación: dar nueva vida a las variedades autóctonas desde una viticultura de secano, limitada en producción, pero rica en esencia.
La historia de Casa de la Nava arranca en mayo de 2021, cuando tres emprendedores valdepeñeros decidieron convertir su pasión por el vino en un proyecto tangible. Sin embargo, su verdadero origen se remonta a mucho antes, a los años en los que comenzaron a plantar viñas de Cencibel y Airén entre 1949 y 1995. Hoy, aquellas cepas en secano son la raíz de todo lo que esta pequeña bodega representa: autenticidad, herencia y respeto por los suelos.
Manuel Navarro, patriarca y viticultor con más de medio siglo de experiencia en el campo, sigue siendo la figura clave en la viña. Él se encarga de velar por las parcelas —“Tajoneras”, “Ladera del Cerro del Ángel”, “Casa de la Nava” y “Media Legua”— con un conocimiento que solo da el tiempo y el contacto directo con la tierra. La bodega, por su parte, es un ejemplo de minuciosidad técnica al servicio del carácter varietal: vendimias nocturnas en cajas de 18 kilos, aplicación de hielo seco durante la molturación y temperatura controlada en todo momento. Nada se deja al azar para no perder ni un matiz del terruño.
Casa de la Nava elabora todos sus vinos bajo la Denominación de Origen Valdepeñas, una zona con una tradición vitivinícola que se remonta al menos al siglo IV a.C., según demuestran hallazgos como el yacimiento ibérico del Cerro de las Cabezas o la villa romana con bodega datada entre los siglos I y II d.C.
Los viñedos de Casa de la Nava se sitúan a 700 metros de altitud, en suelos calizos, arcillosos y arenosos con cantos. Estas condiciones, unidas a un clima extremo —con veranos de hasta 44ºC y precipitaciones escasas—, favorecen una baja producción y una excelente concentración en los racimos. El resultado: vinos intensos, complejos y profundamente ligados a su origen.
Si hay una apuesta que define la filosofía de Casa de la Nava, es su firme reivindicación del Airén, la uva blanca tradicional de Valdepeñas. Y lo hacen con una elaboración que rompe todos los esquemas establecidos sobre esta variedad.
El Airén Viñas Viejas proviene de la parcela “Media Legua”, plantada en 1950 sobre suelos arcilloso-arenosos. Tras la vendimia manual, una parte del mosto fermenta en barrica de roble francés en contacto con los hollejos, mientras la otra reposa en acero inoxidable con sus lías. El ensamblaje final se afina en tinajas de barro del siglo pasado, las mismas que utilizaba el abuelo de la familia para hacer vino hace más de 50 años. El resultado es un blanco singular, expresivo y con una profundidad que desmiente los clichés sobre el Airén.
La variedad tinta reina de Valdepeñas también tiene un papel destacado en la gama de la bodega. Con viñas propias plantadas en las cuatro parcelas mencionadas, Casa de la Nava elabora dos etiquetas de Cencibel (Tempranillo): un Roble y un Crianza.
El Roble, envejecido durante 4 meses en barricas de roble francés de 500 litros, es un tinto fresco, con buena fruta roja y taninos pulidos. Por su parte, el Crianza pasa 12 meses en barrica nueva, también de 500 litros, lo que aporta estructura, complejidad y elegancia sin enmascarar el carácter del viñedo. Ambos vinos se elaboran en ediciones limitadas y numeradas, siendo fieles al principio de calidad antes que cantidad: solo 15.000 botellas en total al año.
En su camino hacia el consumidor final, Casa de la Nava ha encontrado un aliado perfecto en ESDIVINO, distribuidora madrileña especializada en vinos de pequeños productores españoles. Fundada por el sumiller Damián García y la entusiasta del vino Raquel Anento, ESDIVINO es un proyecto cultural que busca acercar el vino auténtico a los amantes de lo singular. Desde su vinoteca en el barrio de Aluche, unen distribución, exposiciones y catas exclusivas con una clara misión: ofrecer vinos sin artificios, bien hechos, y que cuenten historias reales.
Casa de la Nava forma parte del porfolio exclusivo de ESDIVINO, siendo una de las joyas que encarna perfectamente el espíritu de la distribuidora: compromiso con la calidad, respeto por el productor y pasión por el origen. Con esta colaboración, los vinos de la Bodega Casa de la Nava llegan a los paladares madrileños que saben apreciar lo diferente y lo auténtico.
Casa de la Nava es un proyecto joven en lo formal, pero con profundas raíces familiares y una visión clara: perdurar en el tiempo a través de una viticultura de respeto y excelencia. La bodega busca no solo elaborar grandes vinos, sino también contribuir a que Valdepeñas recupere el lugar que merece en el panorama enológico nacional.
Con cada vendimia, con cada botella, Bodega y Viñedos Casa de la Nava escribe un nuevo capítulo en la historia de la bodega y de su tierra. Una historia donde el pasado y el futuro se encuentran en cada copa.
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