La DO Ribeiro, la más antigua de Galicia, es hogar de Casar de Vide, una bodega que fusiona historia y modernidad para crear vinos de excelencia. D. Carlos Moro, fundador de Bodegas Familiares Matarromera, y María Vidal, enóloga y responsable técnica de la bodega, comparten en esta entrevista cómo han logrado destacar en el competitivo mercado vinícola, manteniendo el equilibrio entre la tradición gallega y la innovación tecnológica, entre otras claves muy interesantes sobre la bodega.
Esta conversación nos adentra en la filosofía de Casar de Vide: respeto por el terruño, sostenibilidad y una constante búsqueda de excelencia que ha llevado sus vinos a representar lo mejor del Ribeiro en el mercado nacional e internacional.
Carlos, tu pasión por la viticultura es evidente en cada proyecto que emprendes. ¿Qué te llevó a enamorarte de la región de Ribeiro y apostar por Casar de Vide como parte de tu selección personal de vinos?
CM: Es imposible no hacerlo. Y como en mi concepto de elaborar vino, todo comienza en el viñedo, fue esto y las uvas lo que principalmente me trajeron a la región Ribeiro.
Casar de Vide responde a mi apuesta personal por buscar nuevos horizontes para elaborar vinos en zonas vitivinícolas con historia y referentes de nuestro país. Y mi primer contacto fue con viticultores de la zona para elaborar ‘Finca San Cibrao’, que fue uno de los vinos de la Colección de Vinos de Finca firmados por mi. Tuvo una acogida sensacional y el creciente conocimiento de la zona que iba (y voy) adquiriendo, contribuyeron a que redoblásemos la apuesta por Galicia que, además, posee variedades únicas.
Y, precisamente, conforme iba adentrándome más en el terreno, descubrí la zona más cualitativa de la finca y ahora es CM Viña Tenencia, el que forma parte de esta colección con nombre propio. Siempre buscando nuevos horizontes incluso dentro de una misma zona.
Has trabajado en diferentes Denominaciones de Origen en España. ¿Qué diferencia a la D.O. Ribeiro de otras regiones en las que has elaborado vinos y cómo te ha influido esta experiencia en tu forma de entender la viticultura?
CM: Desde que fundé Matarromera en 1988, he ido marcando metas o retos. Una de ellas es crear el mejor vino en las zonas vitivinícolas más prestigiosas y, antes de llegar a Galicia, ya elaborábamos en Ribera del Duero, Cigales, Toro, Rueda y Rioja, por ese orden. Fijamos el objetivo en Galicia cuando vimos claro nuestro liderazgo en estas otras regiones y el motivo de venir a esta D.O. fue que consideramos que la uva blanca de calidad en España, estaba en Galicia.
Tenía mucho interés por trabajar otros suelos, otros modos de cultivo y con otro clima. Viticultura de precisión, unos suelos especialmente buenos y curiosos, interesantes: graníticos, muy distintos a los que tenemos en nuestra Emina Rueda, que son más calizos y aluviales. Estos son graníticos, resultado de la descomposición del granito, los socalcos para producir en escalón y esas uvas blancas de altísimo valor.
La innovación ha sido una constante en tu trayectoria. ¿Cuál ha sido el mayor desafío al incorporar tecnología moderna en Casar de Vide sin perder la esencia tradicional de la región?
CM: Otro reto más y que Casar de Vide me ha demostrado que es posible incorporar modernidad, tecnología y vanguardia al perfil más clásico de una tierra con un potencial extraordinario. Aunque llegamos en 2019, no fue hasta 2023 que conseguimos terminar con todas las mejoras para renovar una bodega se construyó en 1988 con piedra granítica de cantería, la típica casona junto a la casa familiar que data de los años 70.
Pero el objetivo de Bodegas Familiares Matarromera es la máxima cualificación, la excelencia, la búsqueda de la peculiaridad. Y esta estamos acostumbrados en extraerla, por un lado, con la viña y el cultivo, pero también con la tecnología, la aplicación de los materiales más modernos, de los sistemas de trazabilidad y control de última generación, sistemas de control del oxígeno en depósitos y en botellas y mejorando la eficiencia energética, con paneles fotovoltaicos.
Un saber hacer en este sentido de Emina y de Matarromera que lleva ese conocimiento a la zona y hace que se eleve el nivel en general de conocimiento enológico, junto con la tradición, la historia y la adaptación a la zona; sumando, no contraponiendo, y dando lugar al consumo y acreditación de los grandísimos vinos que elaboramos en Galicia, como son Casar de Vide, Sanclodio, Casa da Porta y Viña Caeira, y nuestros vinos de autor como CM Viña Tenencia en Riberio y CM Albariño en Rías Baixas.
Con tu amplia experiencia en el mundo del vino, ¿cómo ves el futuro de los vinos gallegos en el mercado internacional, y qué papel crees que jugará Casar de Vide en este panorama?
CM: Un papel muy importante, sobre todo con los vinos blancos con personalidad y con especificidad. En el caso de los de Galicia, tenemos vinos blancos en DO Rías Baixas y DO Ribeiro, no muy cuantitativos, pero cualitativamente muy interesantes y para mí, una de las más interesantes es Ribeiro.
Es una denominación de origen tradicional, la que llevó los vinos a América con Colón, junto con los de Toro, y ha sido la primera DO que se creó en Galicia y de las primeras de España, y con gran éxito. Y en los últimos 25 años ha habido una revolución enológica, encabezada por Emilio Vidal, y ahora también su hija, María Vidal, que han vuelto a activar las variedades autóctonas, las de origen, las que toda la vida han estado más adaptadas, como son la traixadura, la loureira, torrontés… y los vinos que se pueden obtener de ellas son de una calidad extraordinaria. Sobre todo, aplicando la tecnología moderna como tiene Casar de Vide o tienen nuestras bodegas de Sanclodio y Viña Caeira.
Esas uvas tienen unas posibilidades enormes en el mundo, sobre todo en la zona de América, por ejemplo, donde ya se conocen porque ha habido mucha migración gallega y española.
Elaborar un vino implica una gran conexión con la tierra y las uvas. ¿Tienes alguna anécdota o recuerdo especial de tu trabajo en los viñedos de Casar de Vide que te haya marcado?
CM: Recuerdo cuando empecé a trabajar en Casar de Vide, me sorprendió la idiosincrasia del terreno, la adaptación a una zona que es más lluviosa, más copiosa que la zona de Castilla y León, la adaptación a ese terreno sábrego y también el modo de elaborar que en cada sitio hay que saberlo adaptar.
Nosotros tenemos la suerte de tener una viticultura excelente con el responsable de viticultura que a mí me ha enseñado porque, aunque lleve muchos años, sigo aprendiendo. Yo con José Antonio Gomes paseo, visito, programo todas las viñas y es una pasada porque el conocer cada vaguada, cada zona, cada socalco, cada ribazo, es una maravilla que me satisface.
¿Cómo ha evolucionado Casar de Vide desde su fundación en 1988 hasta convertirse en una de las referencias de la D.O. Ribeiro?
MV: El origen de la Bodega Casar de Vide se encuentra en el espíritu emprendedor de su fundador, Carlos Moro, quien lleva una vida dedicada al viñedo y a la elaboración de vinos de primer nivel. Y Casar de Vide es la primera bodega gallega en la que desembarca en 2019 con el único fin de crear el mejor vino en las zonas vitivinícolas más prestigiosas. Tras años de verificación de las mejores zonas gallegas vio que la materia prima era de excelente calidad, seleccionando viñedos cercanos al Miño con diferentes orientaciones para encontrar distintos matices en los vinos y así caminar con paso firme hacia la excelencia.
¿Cuál es la historia detrás del nombre "Casar de Vide" y cómo refleja la esencia de la bodega?
MV: ‘Casar de Vide’ significa Casa de la Viña. El nombre lo dice todo porque casa es tradición, es mantener la forma de elaborar vino en esta zona, en la DO Ribeiro, la más antigua de Galicia. Y vide, que hace referencia al Concello de Vide, famoso por su tradicional cultivo de vid, es el viñedo que, para nosotros, es el comienzo de todo. Por tanto, refleja perfectamente la esencia de esta bodega boutique y cumple con el objetivo de su fundador Carlos Moro, en su búsqueda por elaborar vinos de primer nivel en las zonas vitivinícolas más prestigiosas, conjugando tradición e innovación.
¿Podríais explicarnos el proceso de crianza en finas lías y cómo influye en el perfil aromático y gustativo de CM Viña Tenencia?
MV: Después del primer trasiego, con la crianza en lías finas se trata de mantener en contacto las lías o levaduras con el vino durante un tiempo más o menos largo, procurando mantenerlas en suspensión con removidos periódicos para que cedan al vino manoproteínas que dan suavidad natural al vino objeto de este proceso.
En el perfil aromático se nota el plus que aporta el recuerdo de la levadura y gustativamente el vino se redondea adquiriendo más volumen en boca.
¿En qué momento del año consideráis que vuestros vinos alcanzan su punto óptimo de degustación?
MV: A partir de la primavera nuestros vinos están en buen momento de degustación, pero esto no significa que sea su momento óptimo, porque durante su almacenamiento en depósito y/o botella van adquiriendo cualidades que le aporta una buena evolución.
Consideramos que cada añada se comporta de forma ligeramente diferente y no se podría hablar de momento óptimo de forma general. Ha habido cosechas que ha evolucionado tan favorablemente que se han valorado muy positivamente a los dos o tres años de su cosecha. La conclusión es que cualquier época es buena para probar nuestro Casar de Vide, la marca más emblemática de nuestra D.O. Ribeiro.
¿Qué importancia tiene la margen izquierda del Miño en la calidad de las uvas que cultiváis?
MV: Es una zona de gran tradición vitivinícola desde tiempo atrás y el microclima fresco y calor moderado durante todo el ciclo vegetativo hace que las uvas no se sobremaduren y por tanto, los vinos que se producen en ella sean frescos.
¿Cómo influyen los suelos silíceos y la orientación norte de vuestros viñedos en el sabor y la estructura de vuestros vinos?
MV: Los suelos silíceos, al ser bien drenados (evitando el encharcamiento) y pobres en nutrientes, hacen que las vides se tengan que adaptar y sean más resistentes, y a su vez se esfuercen más, resultando uvas más concentradas. Esto aporta estructura y mineralidad al vino.
Por otro lado, la orientación norte en el hemisferio norte suele recibir menos luz solar directa, lo que retarda la maduración de las uvas, conservando mejor la acidez y aportando frescura y equilibrio al vino.
Esta combinación da lugar a vinos complejos, con buena estructura y una interesante mineralidad.
Si tuvierais que describir el alma de la D.O. Ribeiro a alguien que nunca ha estado allí, ¿cómo lo haríais?
MV: La DO abarca una extensión de viñedos dentro de una zona determinada en las cuencas de los ríos Avia, Miño y Arnoya, que producen las uvas de las variedades tradicionales como son treixadura, torrontés, godello, loureira y albariño.
El alma de Ribeiro y en concreto de Casar de Vide podríamos decir que son estas variedades.
El Ribeiro, por tradición, se elaboraba con mezcla de todas ellas, aunque siempre se consideró como principal la treixadura en aproximadamente un 85% y un 15% del resto de variedades torrontés, godello, loureira y albariño.
¿Cómo ha contribuido Casar de Vide a promover la D.O. Ribeiro y qué retos veis para el futuro de la denominación?
MV: La DO Ribeiro es la más antigua de Galicia y poder formar parte de ella es un lujo. Y, tanto Casar de Vide, nacida en 2019, como Sanclodio, en 2022, pretenden convertirse en referencias vitivinícolas de esta región, donde la excelencia y la calidad son sus señas de identidad y avalan sus métodos de producción de sus admirados vinos.
Con la llegada de la compañía a la DO Ribeiro, se ha realizado una inversión en la zona, una apuesta por la mejora, se han modernizado y adecuado sus instalaciones a los estándares de Bodegas Familiares Matarromera y se siembran, cada día, las simientes del grupo, basadas en la calidad, innovación, sostenibilidad y la excelencia. Traemos así la trayectoria y los conocimientos de Carlos Moro para poder crecer todos.
¿Qué planes de futuro tiene Casar de Vide para seguir innovando y destacando en el mercado vinícola?
MV: Casar de Vide seguirá una línea continuista tras lograr incorporar con éxito modernidad, tecnología y vanguardia al clasicismo de esta tierra con un potencial único.
Seguiremos apostando por las variedades autóctonas y seleccionando las mejores: treixadura, torrontés, albariño, godello, loureira, optimizando su cultivo para hacernos destacar en el mercado nacional e internacional y seguir aportando fama y reconocimiento internacional a la D.O. Ribeiro.
Y aprovecharemos la rica historia de la zona, con esa tradición vitivinícola de siglos para crear una narrativa única alrededor de la marca. Y en el futuro, esperamos convertirnos en embajadores de Galicia en los ochenta países en los que Bodegas Familiares Matarromera está presente.
¿Podríais adelantarnos alguna nueva línea de productos o proyectos que estéis preparando y que os entusiasme especialmente?
MV: Nuestra línea de actuación a corto-medio plazo es afianzar las marcas de todos nuestros vinos gallegos, siempre pensando en el constante crecimiento y conocimiento del mundo vitivinícola, para mostrar el gran potencial de Ribeiro con nuestras marcas Casa da Porta, CM Viña Tenencia, Casar de Vide y Sanclodio y Rías Baixas con nuestra marca Viña Caeira y CM Albariño sobre lías
Finalmente, qué mensaje deseáis transmitir a los lectores de GastroMadrid sobre la experiencia de degustar un vino de Casar de Vide.
MV: Como dice nuestro presidente, Carlos Moro, ojalá que al degustar cualquiera de los vinos de Casar de Vide, de Sanclodio o de Casa da Porta sientan el placer de cerrar los ojos y sentir que están en ese lugar en el que realmente quieren estar.
Y estos vinos te trasportan a la DO Ribeiro, a Castrelo de Miño, a las orillas del Miño, a la historia, al terruño, a las variedades autóctonas. Y Casar de Vide en concreto, expresa las sensaciones frescas de su origen atlántico, con unos aromas a manzana fresca, melocotón, propios de las variedades. Porque queremos ser respetuosos con las castas y el entorno, con elegancia y delicadeza. En Casar de Vide hay un exhaustivo trabajo de ensamblaje que ha permitido transferir al vino estilo, carácter y equilibrio.
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